La Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) mantiene su postura de tolerancia cero frente al dopaje, enfatizando que la misión principal es la de asegurar un juego limpio y proteger la integridad de la competencia.
"Los jugadores deben entender que debemos vigilar que no se utilice ningún tipo de sustancia para mejorar el rendimiento", expresó Amador Montes, gerente general de la liga. Esta vigilancia es necesaria, especialmente considerando que la LVBP se ha enfrentado a un aumento reciente de casos positivos, lo que exige una reafirmación del compromiso. También añadió: "el código de ética es importante para que los jugadores no olviden que tenemos un compromiso con el fanático y el juego"
Aumento de positivos
Las cifras recientes de la LVBP confirman que la lucha contra las sustancias prohibidas es una batalla continua:
-Aumento en sanciones (2025-2026): Para la temporada actual, la LVBP anunció la suspensión de siete peloteros por violaciones al Programa Antidopaje. Este número representa un incremento respecto a los cinco casos reportados en la contienda 2023-2024.
-Jugadores clave: Entre los sancionados se encuentran figuras venezolanas de renombre como Willians Astudillo y Jhoulys Chacín, junto a importados de impacto como Tyler Alexander y Yoanner Negrín, demostrando que el problema no se limita a un sector específico de la plantilla.
Este repunte sirve como una alerta para la liga, confirmando que, a pesar de los programas de educación y prevención, existe la necesidad de endurecer aún más los controles para alcanzar el objetivo de tener cero peloteros que salgan positivos.
El marco de sanciones: responsabilidad total
El Programa Antidopaje de la LVBP (PALVBP) es estricto y pone la responsabilidad directamente sobre el atleta, incluso si alega desconocimiento o contaminación de suplementos:
1. Consecuencia disciplinaria: Las sanciones varían, pero una primera violación por el uso de una Sustancia para Mejorar el Rendimiento (PED) puede acarrear una suspensión de 20 a 30 juegos, dependiendo de los atenuantes.
2. Multirreincidencia: El código establece sanciones progresivas y mucho más severas para los reincidentes, incluyendo suspensiones de 60 juegos por una tercera violación, lo que equivale a la mayor parte de la temporada regular.
3. Vigilancia activa: El protocolo permite que un mismo jugador sea sujeto a control de dopaje más de una vez durante una misma temporada, asegurando que las pruebas no se limiten únicamente al inicio del torneo.