La familia de Skaggs ha demandado a la organización de los Angelinos de Los Ángeles por $785 millones en una demanda por homicidio culposo, un caso que pone a prueba la responsabilidad corporativa de los equipos deportivos frente a las adicciones de sus jugadores. La cifra solicitada se desglosa en $400 millones por daños generales y $385 millones por daños especiales.
La responsabilidad de los Angels
El juicio, que busca desentrañar los eventos que llevaron a la muerte de Skaggs por una sobredosis en 2019, se centra en la premisa de que los Angelinos "sabían o debieron haber sabido" de la adicción de Skaggs y de su relación con el ex director de comunicaciones del equipo, Eric Kay. La familia argumenta que el equipo no tomó las medidas necesarias para detener la interacción entre ambos, a pesar de que Kay tenía un historial conocido de abuso de drogas.
El rol de Eric Kay y el contexto legal
Eric Kay, quien fue el enlace entre Skaggs y las drogas que le costaron la vida, ya ha sido declarado culpable y sentenciado a 22 años de prisión por su papel en el suministro de las píldoras que contenían fentanilo. En el juicio, varios jugadores de los Angelinos testificaron que Kay les suministraba pastillas de oxicodona, lo que refuerza la narrativa de la familia Skaggs sobre el conocimiento de la organización. Sin embargo, los Angelinos han mantenido su posición de que la responsabilidad recae únicamente en Kay y que la organización no tenía conocimiento de la distribución de drogas dentro del equipo.
El futuro del caso
El juicio podría resultar en un veredicto que obligue a los Angelinos a pagar una compensación, aunque es importante notar que el monto final podría ser menor al solicitado o las partes podrían llegar a un acuerdo extrajudicial. Este caso sienta un precedente significativo, ya que examina hasta qué punto una organización deportiva puede ser considerada responsable por las acciones de sus empleados y por el bienestar de sus atletas fuera del campo de juego.