Cuando se desarrollaba la temporada de 1995 en Grandes Ligas, los Yankees de Nueva York cumplían 17 años desde la ocasión previa en la que ganaron la Serie Mundial, asimismo, en el calendario previo, suspendido en agosto, dejaron marca 70-43 para porcentaje ganador de .619, el mejor desempeño del equipo desde 1980.
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Ese torneo de 1995 fue de expectación para los Bombarderos del Bronx, la posibilidad de poner fin esa sequía parecía del todo posible pues en la nómina del entonces mánager, Buck Showalter, había interesante heterogeneidad entre experiencia y juventud.
Entre los de mayor recorrido figuraban Don Mattingly, Wade Boggs, Paul O´Neill, Mike Stanley, Tony Fernández, Luis Polonia, Rubén Sierra, Randy Velarde, Jim Leyritz, Gerald Williams, Danny Tartabull, Darryl Strawberry, Jack McDowell, David Cone, Scott Kamieniecki, John Wetteland.
Por su parte, en el grupo de menos edad venían en proceso de consolidación en las Mayores nombres como Sterling Hitchcock, Bob Wickman o Brian Boehringer pero había un grupo que eventualmente se haría especial en la historia de la franquicia, apuntalados por Bernie Williams, Mariano Rivera, Jorge Posada y Andy Pettitte.
Pero el 29 de mayo de ese 1995 fue el punto de germinación para que ese cuarteto pasase a quinteto, esta fue la fecha en la que un delgado y espigado campocorto nativo de Nueva Jersey hizo su estreno en el máximo nivel de la pelota, ese chico que entonces estaba a menos de un mes de cumplir 21 años, rápido caló en el esquema de los mulos, sabía, entendía la compleja idiosincrasia de la Gran Manzana, comprendía y asimilaba a la perfección las implicaciones que conlleva vestir el tradicional uniforme blanco a rayas, pero quizás más importante, era su elevado nivel de competidor que acompañaba con un instinto ganador muy especial.
Todo ese protocolo abarca a Derek Jeter, él fue la figura que al Big Show llegó ese día, donde le tocó enfrentar a Marineros de Seattle.
MLB - Derek Jeter - Yankees de Nueva York - Grandes Ligas - Historia
En partido desarrollado en el viejo Kingdome de Seattle, para ese duelo Derek Sanderson fue alineado como 9no en el orden ofensivo, defendiendo la posición número 6.
Su performance de la jornada para nada hizo pensar era el comienzo de una de las carreras más especiales de todos los tiempos; se fue de 5-0 con ponche, tirándole a un envío del relevista Bobby Ayala. El duelo se lo llevaron los nautas, al tiempo que los del Bronx quedaron con balance de 13-15 que tampoco auguró lo que en el corto plazo ocurriría.
Con Jeter desde su debut hasta 2003 (sus primeros 9 años en MLB), los Yankees vencieron en 852 compromisos, perdieron 556, dejaron porcentaje de victorias en .605, ganaron la División Este de la Liga Americana salvo en 1995, cuando fueron el comodín; además, 6 veces se titularon en este circuito, 4 veces y 3 de ellas consecutivas en el Clásico de Octubre.
Al momento de su retiro, el shortstop completó 3465 hits, 544 dobles, 260 cuadrangulares, 1311 remolcadas, 1923 anotadas, 358 bases robadas, .310 en promedio de bateo, .377 en porcentaje de embasado, .440 de slugging, .817 de OPS, 14.6 en porcentaje de ponches.
Adicionalmente, en postemporadas dejó línea ofensiva de .308/.374/.465/.838, 200 inatrapables, 20 jonrones, 11 anotaciones, 20 rayitas producidas; durante 7 series Mundiales (también ganaron en 2009), sonó 50 indiscutibles, 3 vuelacercas, 32 pisadas del plato y línea de .321/.384/.449/.832.
El 14 de mayo de 2017 la organización retiró su legendario número 2; en 2020 fue elegido al Salón de la Fama con el 99.7% de los votos, faltando solo 1 para la unanimidad, que solo ha logrado su compañero generacional, Mariano Rivera.
