En este punto de su carrera, Luis Arráez es demasiado poco lo que tiene que demostrar como el mejor bateador del momento en Grandes Ligas, el hecho de ganar el título de bateo en las recientes tres temporadas, primero en la Liga Americana, luego en la Nacional, lo dicen todo pero de modo especial, en letras mayúsculas el conseguido en 2024.
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Durante el verano pasado la “Regadera” de los Padres de San Diego sufrió una lesión en su pulgar izquierdo; al principio él mismo señaló que esto no afectaba su mecánica de bateo, la ejecución de su swing o el momento de impacto entre el madero y la esférica, sin embargo, ahora que recién se reportó a los campos de entrenamiento, habló sobre la realidad del asunto:
“Me afectó mucho, porque uso mis manos constantemente. Siempre trato de mantener el swing adentro, pero el año pasado no podía hacerlo. Este año, no siento nada en el pulgar. Es una buena señal. Creo que eso significará muchos problemas para los lanzadores”, indicó en declaraciones tomadas del portal de la MLB.
Pocos son los jugadores que se pueden contar, citar que hayan tenido éxito, completado logros de trascendencia como el conseguido por el muchacho de San Felipe, que por todo esto también recibió palabras de elogios de su mánager, Mike Shildt:
“Cómo ganó un título de bateo básicamente sin un pulgar durante las últimas seis semanas fue impresionante. Competir con ese tipo de lesión física y hacerlo bien, liderándonos hasta los playoffs, es algo admirable de verdad. Mucho respeto (...) ahora, se ve saludable. Entonces, atentos”.
Pero, mantenerse como el mejor bateador del Viejo Circuito nada sencillo fue por esa constante molestia en el pulgar, así lo explicó el muchacho de San Felipe:
MLB – Luis Arráez – Grandes Ligas – Padres de San Diego
Culminado el pasado torneo, el de nativo de Venezuela pasó por el quirófano para corregir esa situación; el proceso postoperatorio alteró su rutina de preparación durante el invierno, al punto, que reconoció hizo algo por vez primera en su vida:
“Me tomé unas vacaciones por primera vez en mi vida”, “Siempre siento que tengo que trabajar”, expresó. “Este año, necesitaba despejar mi mente, hacer algo diferente” añadió.
De vuelta a su hogar, retomó su rutina que en esa ocasión la enfocó en fortalecer sus piernas, y para el pasado enero fue cuando volvió a tomar un bate para hacer swings; ahora en los campos de entrenamiento, tras dos jornadas de prácticas de bateo en vivo, aseguró no sentir ningún efecto de esa lesión, por eso tiene elevadas expectativas por lo que pueda conseguir en la incipiente temporada:
“Ayer (martes), me atoré con un lanzamiento y no sentí nada. Eso es una buena señal. Siento como si tuviera un pulgar nuevo” recalcó.
En 2023 con Twins de Minnesota apuntaló el Joven Circuito con promedio de .316, al año siguiente con Marlins de Miami fue el mejor de la Nacional al ligar .354, mientras en el calendario precedente, como parte de los religiosos quedó en .314. De por vida, en seis campañas .323 es su average vitalicio.