El lanzador mexicano Julio Urias, Dodgers de los Ángeles, enfrenta uno de los peores momentos de su carrera. Antes de todo esto, el tapatío fue un héroe y hoy, probablemente, sería el abridor del juego número uno de la Serie Divisional de la Liga Nacional ante los Diamondbacks de Arizona.
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Sin embargo, eso cambió el pasado 3 de septiembre, cuando fue detenido por una sospecha grave de violencia doméstica, cuatro años después de haber sido arrestado por el mismo motivo. Entonces, Grandes Ligas lo puso en licencia administrativa y de la noche a la mañana, el querido lanzador tapatío desapareció, dejando tras de sí un vacío en la rotación del equipo y de la ciudad.
Aunque Urías no ha sido acusado, su carrera como miembro del longevo equipo californiano probablemente terminó esa noche. Su paso por las ligas mayores también podría haberlo sido.
Tras todo este escándalo, los Dodgers tomaron las medidas para que pareciera como si nunca hubiera existido. La presencia de Urías fue borrada de inmediato. Se modificaron los murales. Su casillero fue vaciado y entregado a Kolten Wong. Fue eliminado de los aspectos más destacados de la Serie Mundial 2020.
En días anteriores, el mánager de los Dodgers, Dave Roberts, aseguró que la temporada 2023 se acabó para él, además no sabe qué pasará en el futuro.
“Obviamente, no lanzará para nosotros este año y en cuanto a lo que depara el futuro, no tengo idea. Me entristece que sea un puñetazo para todos. Es una de esas cosas que tienes que sentir por toda la situación”, dijo en charla el podcast The Show.