La edad aparentemente es sólo un número para Aroldis Chapman, quien a los 36 años, todavía está entre los lanzadores más fuertes de la liga. La velocidad promedio de la bola rápida de Chapman, de 98,4 mph, está en el percentil 98 de la liga. Si eso no es prueba suficiente, el lanza llamas proporcionó todas las pruebas necesarias en la derrota de los Piratas de Pittsburgh por 9-8 ante los Padres de San Diego el miércoles.
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El mánager Derek Shelton llamó a Chapman desde el bullpen para que se hiciera cargo de la octava entrada. El zurdo tuvo que lidiar con un par de corredores en base y tuvo que hacer 29 lanzamientos, pero sus dos últimos pitcheos de la noche hicieron que los 21.528 fanáticos presentes miraran dos veces el radar del PNC Park.
En un conteo de 0-2 contra el bateador de limpieza de los Padres, Manny Machado, Chapman disparó un sinker de 105.1 mph que falló y salió de la zona.
En el siguiente lanzamiento, alcanzó las 104,7 mph con otro sinker que atrapó a Machado cuando buscaba el tercer strike. Los dos lanzamientos fueron los más duros lanzados por un jugador de los Piratas desde que comenzó el seguimiento de lanzamientos en 2008.
¿Cómo mantiene este nivel de velocidad tras 15 temporadas de carrera?
“Sin duda, hay que ser constante y dedicado”, dijo Chapman a través del entrenador e intérprete Stephen Morales. “Y pongo mucho esfuerzo, muchas horas en lo que hago para prepararme para la temporada de béisbol”. Puntualizó el misil cubano.
Antes de sus dos lanzamientos del miércoles, el récord anterior de lanzamiento más rápido en la historia de los Piratas era de 104,0 mph. Ese lanzamiento también lo hizo Chapman en un partido contra los Dodgers de Los Ángeles en Pittsburgh el pasado 5 de junio.
La efectividad de Chapman en la temporada ahora se ubica en 3.59, la más baja desde antes de que permitiera sus primeras carreras de la temporada el 15 de abril