Anthony Santander, el jardinero venezolano de los Orioles de Baltimore, continúa sorprendiendo a propios y extraños con una temporada de ensueño. Y es que, además de sus ya conocidos y potentes batazos de vuelta entera, el criollo ha demostrado una habilidad poco vista en él: la velocidad en las bases.
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Santander a punta de velocidad
Con dos triples conectados hasta la fecha, Santander ha establecido una nueva marca personal en su carrera con los Orioles, un equipo al que ha pertenecido desde el 2017. Nunca antes había logrado conectar más de un triple en una sola temporada con esta organización, lo que demuestra una evolución notable en su juego.
Esta faceta menos conocida del venezolano ha añadido una nueva dimensión a su ofensiva, convirtiéndolo en un bateador más completo y peligroso. Su capacidad para conectar batazos por todo el terreno y de poner en juego su velocidad en las bases ha sido fundamental para el éxito de los Orioles en esta temporada.
Un pelotero en constante crecimiento
Desde su debut en las Grandes Ligas, Santander se ha consolidado como uno de los bateadores más peligrosos de la Liga Americana. Su poder, su paciencia en el plato y su capacidad para producir carreras lo han convertido en un jugador franquicia para los Orioles.