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Venezuela es tierra de exitosos paradores en corto y receptores. Muchos criollos son ejemplo de ello en el beisbol de las Grandes Ligas. En la temporada 2024 se presentan algunos casos puntuales de orgullo para nuestra tierra.
Se dice que la posición más difícil dentro de un diamante de pelota profesional es la del careta. Ese individuo es el que se sacrifica físicamente por tiempos extendidos. Además, se requiere de un potente brazo y la inteligencia para llevar el compromiso. No solo es intentar mantener controlado al pitcher, sino asegurarse que el equipo esté bien posicionado defensivamente.
A los peloteros que se colocan las caretas, petos y chingalas, poco se les exige ofensivamente. Sin embargo, los venezolanos destacan en cualquier ámbito de esta hermosa disciplina deportiva.
Receptores criollos destacan en las Grandes Ligas
En el presente calendario del mejor beisbol del mundo hay tres criollos que destacan con el madero y fungen labores de receptoría. Se trata de William Contreras, Salvador Pérez y Elías Díaz. Tres caballeros reconocidos en Las Mayores por sus buenas labores.
Contreras, cátcher de los Cerveceros de Milwaukee, comanda el departamento de promedio ofensivo entre jugadores de la misma posición (.330). Pérez le continúa en la segunda casilla (.323) y Díaz cierra el top (.304).
Lo de William Contreras es para aplaudir de pie. Se ha convertido en la bujía ofensiva de los Brewers y el orgullo de la familia, luego de seguir los pasos de su hermano Willson.
Salvador Pérez es el capitán de los Reales de Kansas City, se mantiene como uno de los toleteros que representan el país de la mejor manera. En ese mismo sentido, se ha colocado la indumentaria de Venezuela en varias ediciones del Clásico Mundial de Beisbol.
Por su parte, lo de Elías Díaz no es ninguna sorpresa. En el 2023 fue el MVP del Juego de Estrellas y lo extraño del caso era ver como había comenzado de manera floja en el curso de este calendario.
Lo cierto es que los receptores venezolanos se alzan entre los mejores de esa posición y no hay quien los detenga.