Nikola Vučević, pívot de los Chicago Bulls, ha grabado su nombre en la historia reciente de la NBA al establecer un récord de frialdad y precisión que desmantela el estereotipo del hombre grande. El montenegrino se ha convertido en el único pívot de la NBA en los últimos 20 años en anotar dos triples ganadores en los últimos cinco segundos del partido en una misma temporada.
Este hito no solo subraya la evolución del juego de Vučević (que ha pasado de ser un pívot clásico de poste a un tirador letal), sino que también resalta su inesperada capacidad para asumir y convertir tiros de alta presión en momentos críticos.
Un hito de francotirador
Tradicionalmente, la responsabilidad de ejecutar la jugada final y anotar el tiro decisivo recae en los bases o escoltas, los "killers" por excelencia de la liga. Que un pívot sea el protagonista de dos buzzer-beaters o, más precisamente, dos triples ganadores en la agonía del juego, es una anomalía estadística y narrativa.
Vučević demostró que su versatilidad va más allá de los rebotes y el pick-and-pop. Con esta marca, Vučević consolida su reputación como un jugador decisivo para los Bulls, demostrando que su rango de tiro y temple bajo presión son herramientas fundamentales en el esquema ofensivo del equipo de Chicago.
La evolución del pívot moderno
El logro de Vučević es un testimonio de cómo ha cambiado el rol del pívot en la NBA. Hace dos décadas, un pívot que se alejaba del aro para tirar un triple era una rareza. Hoy, la capacidad de estirar la cancha es casi obligatoria. Sin embargo, lo que diferencia a Vučević es su éxito en el clutch, un espacio reservado para élites como LeBron James o Damian Lillard.
Este récord añade un capítulo inesperado a la carrera de Vučević y le da a los Bulls una nueva arma letal que los rivales deberán considerar cuando el reloj se acerca a cero.