El debate sobre los métodos de impulso de rendimiento en la NBA alcanza un nuevo punto álgido, con las sales aromáticas (o sales de amoníaco) como protagonistas. Esta antigua técnica, que produce un shock de adrenalina y alerta mental, ya no es exclusiva de deportes de contacto: ahora es adoptada por algunas de las mayores estrellas del baloncesto.
Morant se une a Klay Thompson
La evidencia más reciente ha puesto el foco en dos nombres estelares:
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Ja Morant: El fenómeno de los Memphis Grizzlies ha confirmado que el uso de estas sustancias está vivo y coleando en el baloncesto. Recientemente, Morant fue captado utilizando las sales aromáticas justo antes de comenzar un encuentro. Este gesto subraya el deseo del base de obtener un impulso de energía instantáneo y una concentración extrema en momentos críticos del partido, especialmente tras sus periodos de inactividad.
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Klay Thompson: El francotirador de los Mavericks también ha sido documentado usando estas sales antes de los partidos. Para Thompson, este método no solo actúa como un despeje de las fosas nasales, sino como un ritual que le ayuda a alcanzar el nivel de enfoque mental necesario para mantener su precisión de élite.
¿Qué inhalan y por qué la NBA las permite?
Las sales aromáticas liberan gas de amoníaco, un irritante que provoca una reacción del sistema nervioso simpático (la respuesta de "lucha o huida").
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Efecto: Genera un aumento inmediato de la frecuencia cardíaca y respiratoria.
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Ventaja percibida: Los jugadores lo ven como una forma rápida de eliminar la fatiga y alcanzar el máximo estado de alerta mental.
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Regulación: A diferencia de las sustancias dopantes, las sales de amoníaco no están prohibidas por la NBA. No obstante, su uso genera controversia: los expertos temen que, al dar una falsa sensación de alerta, puedan enmascarar los síntomas de una conmoción cerebral u otras lesiones neurológicas.