El panorama del baloncesto mundial ha dado un giro sísmico este lunes. La NBA y la FIBA han anunciado oficialmente que, a partir de enero de 2026, iniciarán el proceso de captación de equipos y grupos de inversión para la creación de una nueva liga profesional masculina pan-europea.
Un sistema de ascenso por méritos y plazas fijas
A diferencia de otros modelos cerrados, la nueva liga propone una estructura híbrida que promete respetar la pirámide del baloncesto europeo:
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Plazas permanentes: La competición contará con un grupo de equipos fundadores o fijos basados en mercados estratégicos.
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Acceso meritocrático: El proyecto garantiza una vía de acceso anual para cualquier club de las ligas domésticas afiliadas a FIBA. Los equipos podrán clasificar a través de la Basketball Champions League (BCL) o mediante un torneo clasificatorio de final de temporada.
Solución al "conflicto de calendarios"
Uno de los puntos más críticos y celebrados del anuncio es la alineación del calendario. La nueva liga se compromete a coordinar sus fechas con las ligas nacionales y las ventanas de selecciones nacionales. Esto permitiría, por primera vez en años, que los jugadores representen a sus clubes y a sus países durante todo el año sin los conflictos que actualmente afectan a las competiciones europeas de élite.
Impulso al ecosistema local
El acuerdo no se limita a la creación de la liga, sino que incluye un plan de inversión masiva por parte de la NBA y la FIBA para fortalecer las bases del deporte en Europa:
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Apoyo financiero: Recursos directos para las ligas domésticas y academias de clubes.
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Desarrollo de talento: Expansión de programas conjuntos para la formación de jugadores, entrenadores y árbitros en todos los niveles.
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Infraestructura: Uso de la experiencia comercial y logística de la NBA para potenciar el valor del baloncesto europeo.
Próximos pasos
El proceso comenzará formalmente en enero, cuando ambas entidades inicien las reuniones con los equipos interesados y los grupos de propietarios que formarán parte de esta nueva era. Con este anuncio, la NBA y la FIBA presentan un desafío directo a las estructuras actuales, prometiendo un modelo sostenible que conecte el talento europeo con los estándares de negocio de la mejor liga del mundo.