Hacer actividad física regularmente puede ayudarte a mantener fuertes todas tus habilidades cognitivas (pensar) y a tener un buen juicio con el pasar de los años. También reduce el riesgo de depresión y ansiedad, al igual que a dormir mejor. Mientras que para las personas que ya sufren de la tensión, ejercitarse en la semana les permite regular dicho problema de salud.
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Según el Colegio Americano de Cardiología y la Asociación Americana del Corazón, la presión arterial normal es de 120/80 mm Hg o menos, por lo que los médicos recomiendan que hacer ejercicio con frecuencia ayuda a mantener el peso y la presión estable.
Asimismo, los expertos de la salud recomiendan hacer al menos de uno a tres meses de ejercicios para que haya un impacto considerable en la presión arterial.
¿Cuánto debería ser el tiempo de una rutina de ejercicio?
El tiempo del ejercicio va a depender de la actividad que se realice, la duración puede variar de 75 a 100 minutos a la semana, además dependiendo del grado de intensidad. Si no tienes la costumbre de hacer ejercicio, trabaja lentamente para lograr este objetivo. Puedes dividir el ejercicio aeróbico en tres sesiones de 10 minutos.
Se considera actividad aeróbica a toda actividad que aumente la frecuencia cardíaca y la respiratoria. Los ejercicios más comunes que puedes hacer cerca de tu casa o con amigos son los siguientes:
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Practicar deportes de mucha actividad física, como el baloncesto o el tenis
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Montar en bicicleta
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Subir escaleras
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Bailar
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Jardinería, incluyendo cortar el césped y rastrillar las hojas
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Trotar
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Nadar
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Caminar
Largas horas en la oficina
Los trabajos en oficina tienden a generar una gran carga de estrés mental y, aunque no lo creas, al cuerpo por pasar varias horas sentado al día. Para cortar con eso, intenta hacer descansos de 5 a 10 minutos cada hora para estirarte y moverte. Un estilo de vida que no incluya actividad física (sedentario) está relacionado con muchas enfermedades crónicas, por ejemplo, la presión arterial alta.
Si ves que no puedes programarte mentalmente para hacerlo, usa la tecnología: activa una alarma en el teléfono o en la computadora que te anuncie el descanso. Levantarte y caminar hacia otra área de la oficina te ayudará con las ideas y el estrés.