El Gobierno de España ha dado un paso significativo en la regulación del acceso a contenido para adultos en Internet. A partir de este otoño, los ciudadanos españoles deberán identificarse mediante una cartera digital para poder acceder a plataformas pornográficas. Este nuevo sistema, que algunos usuarios en redes sociales han bautizado con humor como “pajaporte”, busca restringir el acceso de los menores a dicho contenido y garantizar una mayor protección en línea.
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¿Cómo funciona la cartera digital para ver contenido para adultos?
El ministro para la Transformación Digital, José Luis Escrivá, ha detallado que esta medida responde a la creciente preocupación por el consumo de pornografía entre menores de edad. Según datos del gobierno, el 70% de los menores consumen pornografía, iniciándose entre los 9 y 11 años. El objetivo es evitar que esta práctica se perpetúe y mitigar los efectos negativos que puede tener sobre el desarrollo sexual y emocional de los jóvenes.
Para acceder a contenido pornográfico, los usuarios deberán descargar una aplicación móvil que les permitirá verificar su mayoría de edad. La identificación se realizará mediante el DNI electrónico, un certificado digital, o la Cl@ve PIN, garantizando que solo los adultos puedan acceder a este tipo de plataformas. La app generará credenciales temporales que se usarán para acceder a los sitios web, sin que se almacenen datos personales sensibles.
Esta cartera digital no solo servirá para la verificación de la edad, sino que también podrá almacenar otros datos personales como el padrón, antecedentes por delitos sexuales y títulos académicos. El sistema está diseñado para que las credenciales caducan cada mes, minimizando así el riesgo de rastreo y la creación de perfiles de consumo.
Críticas al nuevo sistema
A pesar de las buenas intenciones del gobierno, la implementación de este carnet digital ha generado controversia y escepticismo. Muchos expertos destacan que las medidas pueden ser fácilmente sorteadas mediante el uso de VPNs que permiten acceder a contenido desde fuera de España. Además, gran parte de las plataformas pornográficas no tienen sede en el país, lo que dificulta la aplicación efectiva del sistema.
Otro punto de crítica es la complejidad del proceso de obtención de credenciales y la necesidad de renovación mensual, lo que podría resultar en una barrera para los usuarios legítimos. Sin embargo, el gobierno defiende que estas medidas son necesarias para proteger a los menores y que se están realizando esfuerzos para que este sistema sea adoptado a nivel europeo.