En la NBA, las estrellas suelen refugiarse en clichés tras las derrotas, hablando de "mala suerte" o "falta de acierto". Sin embargo, Shai Gilgeous-Alexander (SGA), candidato al MVP y rostro de los Thunder, ha decidido romper esa norma tras sufrir un nuevo revés ante los San Antonio Spurs.
Sus palabras en el vestuario han resonado con fuerza en toda la Conferencia Oeste, marcando un cambio de narrativa en la rivalidad emergente entre estos dos equipos jóvenes.
El realismo de un líder
Tras consumarse la tercera derrota en un corto periodo de tiempo frente a los Spurs, Shai fue contundente al evaluar el estado actual de la competición:
"Tenemos que mejorar como grupo. No pierdes tres veces seguidas contra el mismo equipo en un periodo tan corto sin que ellos sean mejores que tú", sentenció el base canadiense.
Esta declaración es un reconocimiento directo al crecimiento exponencial de los Spurs, quienes, liderados por Victor Wembanyama, han logrado descifrar el esquema de unos Thunder que, hasta hace poco, parecían un escalón por encima en su proceso de reconstrucción.
Un problema sistemático, no puntual
Para SGA, el análisis va más allá de un mal partido. La repetición del resultado sugiere una superioridad táctica y de ejecución por parte de San Antonio que Oklahoma City no ha sabido contrarrestar.
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La racha: Tres derrotas consecutivas en un "corto lapso" indican que los Spurs han encontrado la fórmula para anular las virtudes de OKC.
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La autocrítica: Al decir "tenemos que mejorar como grupo", Shai asume que la solución no es individual, sino un ajuste colectivo en defensa y fluidez ofensiva.
El cambio de guardia en el Oeste
Durante gran parte de la temporada pasada, los Thunder fueron la referencia de la "nueva generación". Sin embargo, estas declaraciones de Shai validan la sensación que muchos analistas comparten: los San Antonio Spurs ya no son solo un equipo con potencial de futuro, sino una realidad competitiva que hoy, por resultados y sensaciones, ha logrado superar a uno de los pesos pesados de la liga.
La humildad de Gilgeous-Alexander podría ser el catalizador que su equipo necesita para evolucionar, pero por ahora, el trono de la joven aristocracia del Oeste tiene un nuevo dueño en Texas.