La Serie del Caribe de 1965 es recordada no solo por el emocionante nivel de beisbol que se jugó, sino también por la presencia de una de las figuras más emblemáticas del deporte: Willie Mays. El legendario jugador de los Cangrejeros de Santurce dejó una marca indeleble en la memoria de los aficionados venezolanos con su actuación en el estadio Universitario.
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Mays, conocido como "The Say Hey Kid", llegó a Caracas con grandes expectativas y no decepcionó. Después de un comienzo lento, con 12 turnos sin conectar hits, Mays demostró por qué era considerado uno de los mejores jugadores de todos los tiempos. En un enfrentamiento contra los Navegantes del Magallanes, conectó un jonrón de dos carreras ante el lanzador Ramón Monzant, un batazo que le daría la victoria a Puerto Rico.
Este momento fue más que un simple hit; fue un punto de inflexión para Mays y los Cangrejeros de Santurce. A partir de ese jonrón, Mays desató una ofensiva impresionante, conectando 10 hits en las últimas tres jornadas, incluyendo otro cuadrangular y nueve impulsadas. Su rendimiento fue una demostración de habilidad y determinación, cualidades que lo llevaron a ser una leyenda en las Grandes Ligas.
La visita de Mays a Venezuela no solo fue significativa por su desempeño en el campo, sino también por el impacto que tuvo en los aficionados y en la cultura del beisbol en el país. Su presencia en la Serie del Caribe de 1965 con los Cangrejeros de Santurce es un capítulo dorado en la historia del beisbol caribeño, y su legado sigue inspirando a jugadores y fanáticos.
Hoy, recordamos con cariño y respeto la figura de Willie Mays, no solo por sus logros en el terreno de juego, sino también por su capacidad de unir a las personas a través del amor por el beisbol. Su paso por Venezuela en la Serie del Caribe de 1965 es un testimonio de su grandeza y un recuerdo que perdura en el corazón de los aficionados.