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La Aduana de Cuba ha implementado una nueva política que exime de impuestos ciertos productos traídos por viajeros, especialmente aquellos provenientes de Miami, la ciudad con la mayor comunidad de cubanos en el extranjero. Esta medida busca ayudar a mitigar algunos de los problemas energéticos y de infraestructura que afectan a la isla, como los apagones constantes que han intensificado la crisis.
En el contexto de la creciente crisis energética en Cuba, las autoridades han decidido eximir de impuestos a algunos productos esenciales, con el fin de aliviar la situación de las familias cubanas. El gobierno ha enfocado esta exención en equipos que ayuden a los hogares a generar su propia electricidad, lo cual se ha vuelto esencial debido a los daños sufridos en el sistema eléctrico del país tras el paso del huracán Rafael.
Cuba ha enfrentado una serie de apagones prolongados en varias provincias, incluida La Habana, lo que ha afectado gravemente la vida cotidiana de sus habitantes. La falta de electricidad no solo interrumpe los servicios básicos, sino que también complica tareas como la refrigeración de alimentos y el acceso a agua potable. Ante esta situación, las autoridades cubanas buscan soluciones para mitigar la crisis energética.
Con el objetivo de brindar una solución a la crisis energética, la Aduana cubana ha decidido eximir de impuestos la importación de sistemas fotovoltaicos, es decir, paneles solares. Esta medida permitirá a los viajeros ingresar estos equipos sin fines comerciales, con el fin de que las familias cubanas puedan utilizar la energía solar para suplir sus necesidades básicas en el hogar. Esta política se basa en resoluciones del Ministerio de Energía y Minas y el Ministerio de Finanzas y Precios.