El entrenador del Paris Saint-Germain, Luis Enrique, ofreció declaraciones hoy en rueda de prensa previo al esperado Le Classique, el derbi del fútbol francés que enfrentará mañana a su equipo con el Olympique de Marsella.
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Con su un tono relajado y su característica personalidad, el técnico asturiano de 54 años, no esquivó las preguntas sobre el ambiente que rodea este tipo de encuentros, incluyendo las posibles reacciones hacia jugadores con pasado en el club rival.
Precisamente, al ser consultado sobre el recibimiento que podría tener Adrien Rabiot, exjugador del PSG ahora en las filas del Marsella, en el Parque de los Príncipes, Luis Enrique aprovechó para lanzar un comentario un tanto irónico sobre su propia experiencia en el Santiago Bernabéu, estadio del Real Madrid, eterno rival de su exequipo, el FC Barcelona.
"Yo es que no me acuerdo, creo que a mí no me silbaban en el Bernabéu. Jamás me dedicaron ninguna palabra, ni insulto ni nada... Que va, una maravilla", comentó Luis Enrique, dejando clara su percepción sobre el "cariño" que le profesaba la afición madridista durante su etapa como jugador y entrenador del conjunto blaugrana.
Más allá de las anécdotas personales, Luis Enrique se centró en la trascendencia del choque ante el Marsella. "En los clásicos tiene poco que ver la clasificación, cómo va un equipo, cómo va otro. Hay una rivalidad desde hace muchos años histórica. Son clubes que se necesitan. No me puedo imaginar una liga española sin un Madrid-Barça. Lo mismo pasa aquí con PSG y Olympique de Marsella. Son partidos muy bonitos, especiales, con un ambiente totalmente diferente y que son muy bonitos de jugar", analizó el exseleccionador español.
Finalmente, Luis Enrique abordó la amenaza de suspensión que rodea el encuentro debido a posibles insultos homófobos. El técnico se mostró esperanzado en que el clásico se desarrolle en un ambiente de respeto y deportividad. “Yo soy casi nuevo en esto. Solo he disputado tres Clásicos. Sabemos que es un partido especial, para todos. Siempre hago la misma reflexión. Nuestros aficionados son muy importantes para nosotros, necesitamos su apoyo en cada partido en todas las competiciones. Me encanta su mentalidad y su inconformismo a lo largo de todas las temporadas. Me gustaría poder contar con su apoyo durante todos los partidos. Al final yo sé el nivel de excitación que hay en los Clásicos. Hay que respetar a los aficionados y los rivales. Hay que concentrarse en ayudar al equipo y no debilitar al rival. Espero que pase así”, concluyó, deseando que el PSG-Marsella sea "una fiesta del fútbol".
El Paris Saint-Germain y el Olympique de Marsella se enfrentarán mañana en un nuevo capítulo de Le Classique, un duelo siempre cargado de emoción e historia.