La Vinotinto será dirigida este jueves por el árbitro peruano Kevin Ortega con el cual la selección no ha tenido la mejor de las experiencias en las oportunidades en que han tenido el chance de cruzarse.
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En los tres partidos previos en los que Ortega dirigió a Venezuela, el saldo es desalentador. En total, ha mostrado 12 tarjetas amarillas, y lo más sorprendente es que 11 de ellas han sido para jugadores venezolanos. Esta estadística refleja una tendencia preocupante, ya que parece que la Vinotinto se ha visto perjudicada en sus encuentros bajo la mirada atenta de este árbitro.
Lo más alarmante es que en todos estos compromisos, Venezuela ha sufrido derrotas, a menudo por un margen de al menos 2 goles. Esto crea un ambiente de incertidumbre para los aficionados, quienes temen que las decisiones del árbitro puedan influir negativamente en el resultado final.
El partido ante Brasil se presenta como un desafío monumental para Venezuela, y la presencia de Kevin Ortega como árbitro agrega un elemento adicional de preocupación. El equipo tendrá que superar este historial negativo y concentrarse en su rendimiento en el campo para tener alguna esperanza de lograr un resultado positivo contra el poderoso equipo brasileño.