Samuel Aldrey | @SamuelAldrey
Venezuela después de Malta se encuentra en una encrucijada. La victoria por 0-1 deja un sabor insípido a pesar de que el jugó con energía y dedicación.
La Vinotinto presionó, dominó y ganó en la posesión de la pelota. Tampoco le faltó pulcritud, quizás tuvo demasiada pulcritud probablemente. Los pases eran muy pensados aún seguramente sin la dinámica de los automatismos.
Su esfuerzo en el partido fue irreprochable, pero dejó la sospechosa impresión de equipo con recursos limitados, tuvo un vuelo más bajo de lo previsto.
Lea también: Salomón Rondón tras marcar contra Malta: "Juntos, vamos por el buen camino"
En el aire quedó una pregunta: ¿puede jugar mejor este equipo? Ahora mismo, no lo parece, salvo que el problema exceda lo futbolístico y esté relacionado con la dificultad para manejar una situación de máxima tensión. No es descartable pensar que contra el partido contra Arabia Saudita los pequeños errores contra Malta se pagan más caros.
La línea de tres.
La defensa con tres centrales en el fondo tan ninguneada en el ciclo de José Peseiro fue ayer ovacionada. En la Copa América dio a un equipo en harapos la oportunidad de competir, pero con José Pékerman ha sido una decisión tomada desde las circunstancias de las bajas.
Lea también: Aficionados se acercaron a ver a la Vinotinto
Pékerman tuvo las bajas de los laterales habituales por la izquierda y por derecha (Ronald Hernández y Óscar González). Al verse ante un partido sin exigencia ni puntos de por medio se dio el lujo de probar con Yohan Cumana y un polifuncional como Jhon Murillo.
Después el dibujo táctico mutó hacia el 4-4-2 y cerró con un 4-3-3 bien marcado, pero el juego de la Vinotinto se hizo más espeso en la segunda parte y los brillos de Larotonda y Soteldo fueron perdiendo luminosidad.
Viene un duro examen.
A diferencia de Malta, Arabia Saudita está edificada por el equipo que clasificó al Mundial de Qatar 2022. Mantiene a veteranos de mil batallas y que jugarán con una intensidad y un ritmo superior al de Malta.
A la Vinotinto aún le invade la ternura. José Pékerman no se equivoca en la elección. Nada de lo que hay fuera del equipo lo mejoraría. Es una selección meseta, homogénea, sin diferencias abruptas en la calidad de los jugadores.
Venezuela pudo hacer más goles contra Malta. La selección tiene hambre de goles y Pékerman debe alimentar esta hambruna que solo apacigua Salomón Rondón.
Especialmente, la falta de gol puede ser la cruz en el partido contra Arabia, el verdadero examen de estos dos partidos amistosos.