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Las recientes declaraciones de José Mourinho sobre Luka Modric han vuelto a poner de manifiesto la profunda admiración que el entrenador portugués siente por el centrocampista croata. Al afirmar que "Luka Modric es la belleza del fútbol", Mourinho no solo elogia la calidad futbolística del jugador, sino que también revela un vínculo especial que va más allá de la simple relación entrenador-jugador.
Mourinho fue quien llevó a Modric al Real Madrid en una época en la que muchos cuestionaban su capacidad para triunfar en un club de tal magnitud. El entrenador portugués vio en el croata un talento excepcional, una visión de juego y una capacidad de trabajo que lo convertían en un jugador diferencial. A pesar de las dudas iniciales, Modric demostró con creces la confianza depositada en él, convirtiéndose en uno de los pilares del equipo merengue durante más de una década.
La longevidad de Modric en el Real Madrid es un testimonio de su calidad y de su profesionalidad. A sus más de 30 años, el croata sigue siendo uno de los mejores centrocampistas del mundo, demostrando una capacidad física y mental envidiable. Su habilidad para recuperar balones, distribuir el juego y llegar al área rival lo convierten en un jugador completo y fundamental para cualquier equipo.
Las palabras de Mourinho reflejan un orgullo paterno hacia Modric. El portugués siente que ha sido partícipe del crecimiento y éxito del croata, y que su fichaje por el Real Madrid fue una de las mejores decisiones de su carrera. Además, las palabras del DT sirven para reivindicar su acierto como entrenador y su ojo clínico para detectar talentos.