Justo cuando todo parecía indicar que Brasil conseguía su mejor juego y podía hilar dos victorias consecutivas todo se cayó contra Japón. El equipo de Carlo Ancelotti se fue arriba en el marcador en el primer tiempo con un equipo mezclado entre titulares y suplentes, pero no puedo sostener la ventaja en la segunda mitad para terminar perdiendo por marcador de 3-2.
Paulo Enrique abrió el marcador en el minuto 26 de partido y solo seis minutos después fue Martinelli el encargado de poner el 2-0 con el que Brasil dominaba el partido y se iba al descanso con alguna que otra duda por el buen juego de Japón. Vinicius Jr. fue el encargado de liderar el ataque de los suyos en la primera mitad a pesar de no marcar ningún gol y en la segunda parte, cuando ya no estaba en cancha, es que se dio la remontada nipona.
Los goles de Japón llegaron con 10 minutos de diferencia entre cada uno; el primero de Minamino al minuto 52', el segundo de Nakamura al 62' y el tercero de Ueda al 71' dejaron a la pentacampeona mundial contras las cuerdas y sin reacción.
Brasil tiene motivos para mantener las alarmas encendidas, pues suma dos derrotas en los últimos tres compromisos (derrota contra Bolivia, victoria contra Corea y otra caída frente a Japón). Esta sorpresiva derrota representa un golpe para el proyecto de la Brasil de Ancelotti, que necesita de resultados positivos para ganar confianza en una selección que viene de hacer un papel muy discreto en las eliminatorias y necesita volver a ser protagonista.
Según medios de Brasil, esta seria la primera vez en la historia de la Canarinha que un equipo le remonta un marcador de 2-0 en toda su historia, un dato para nada menor y que no debe caer bien en el ceno de una afición tan exigente. Por su parte, la parcialidad futbolera de Japón está de fiesta, pues esta es la primera vez en su historia que lograr derrotar a Brasil.