La Superliga volvió a cobrar más fuerza que nunca luego que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea estableció un abuso de posición dominante por parte de la UEFA y la FIFA sobre la emergente competición. Ante esta respuesta, la compañía promotora A22 presentó oficialmente el proyecto de su competición como una alternativa moderna a las competiciones avaladas por la FIFA y la UEFA.
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Sin embargo, no todo ha salido a favor de la Superliga, puesto que muchos clubes en el mundo han hecho público su rechazo a la nueva competición que amenaza con trasladar a la UEFA Champions League como el campeonato de clubes más importante del viejo continente.
Asimismo, este viernes 29 de diciembre, la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) y su presidente Gabriele Gravina, habría aprobado una nueva cláusula en contra de la Superliga, la cual prohíbe a los clubes italianos formar parte de la nueva competición continental. Esta medida se suma a la postura adoptada por la UEFA y la FIFA, consolidando el compromiso de la FIGC con las competiciones reconocidas a nivel internacional.
La cláusula de la FIGC establece que ningún equipo italiano podrá unirse a una competición que no este respaldada por la UEFA, la FIFA o la propia Federación Italiana. Ante esta normativa, cualquier equipo que se planteé desafiar esta restricción, se verá excluido de la máxima división del fútbol italiano para la temporada 2024/25.
Además, según informó el medio italiano “Calcio e Finanza”, todos los clubes de la Lega Serie A deberán depositar un “compromiso escrito a no participar en competiciones no organizadas por asociaciones privadas no reconocidas por FIFA, UEFA y FIGC”.
En el Calcio, el Inter es el único equipo que ha rechazado públicamente la iniciativa de la Superliga, mientras que la Juventus y el Milan no han hecho pública su posición. Sin embargo, el Napoli es el único equipo que mostró interés en la revolución anunciada por A22. Su presidente, De Laurentiis, hizo saber que está “listo para discutir”.