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El FC Barcelona ha tenido que asumir una nueva realidad en medio del proceso de reconstrucción de su estadio: el Trofeo Joan Gamper, uno de los eventos tradicionales de cada pretemporada, no se disputará este año en el Spotify Camp Nou.
El club ya trabaja con la certeza de que el partido amistoso ante el Como deberá celebrarse en el Estadi Johan Cruyff, ubicado en la Ciudad Deportiva Joan Gamper, sede habitual del Barça Atlétic y del equipo femenino.
La decisión se produce mientras las obras del nuevo Camp Nou avanzan, pero no al ritmo necesario para poder habilitar el estadio de forma parcial.
Aunque hace una semana el club logró obtener la licencia de actividades y obras, así como el visto bueno de los Bomberos para celebrar partidos en sus instalaciones, aún falta un paso clave: el permiso de primera ocupación. Este permiso se otorga únicamente cuando una obra está terminada, pero el Barça busca acceder a versiones parciales que le permitan usar sectores ya concluidos.
El verdadero obstáculo está en cómo se dividen esas zonas. Lo más habitual es otorgar estos permisos por divisiones horizontales, como las gradas o el aparcamiento, pero el club azulgrana propone una división vertical. El motivo es que sectores como la Tribuna y el Gol Sud ya están listos, mientras que los accesos por Lateral y Gol Norte siguen en desarrollo.
Los técnicos, al final, son quienes deben firmar las autorizaciones, y la prudencia pesa más que la voluntad política. La posibilidad de usar baños portátiles, sistemas de seguridad alternativos o accesos incompletos no es del agrado de los responsables técnicos, aunque legalmente podrían ser admitidos con permisos especiales.
Ahora, con la imposibilidad de disputar el Gamper en casa, ese ensayo podría reprogramarse mientras el club fija la mirada en el verdadero objetivo: reabrir el estadio el 14 de septiembre ante el Valencia. Un reto complicado, pero aún no descartado.