Tras varios meses de una intensa batalla entre Daddy Yankee y Mireddys González, el panorama se va aclarando luego de que alcanzaran un acuerdo definitivo que pone fin a su lío jurídico por el uso de marcas registradas.
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La demanda original fue interpuesta por Ramón Ayala (nombre de pila del cantante), en el Tribunal Federal, donde alegó que González estaba obstaculizando su derecho a emplear marcas clave como “Daddy Yankee” y “DY”, esenciales en su imagen comercial.
En respuesta, la jueza María Antongiorgi Jordán exigió una contestación rápida, dando un plazo de 48 horas para evitar un colapso judicial. Pero en lugar de otro round mediático, ambas partes optaron por sentarse a negociar y redactar lo que denominaron “un acuerdo total”.
Claves del acuerdo entre Daddy Yankee y Mireddys
El acuerdo contiene jugosas cláusulas que delinean los derechos y las limitaciones de ambos:
- Mireddys González acuerda no tomar acciones que limiten, afecten o impidan el uso de las marcas por parte de Daddy Yankee. Esto incluye no presentar oposiciones ante la Oficina de Patentes y Marcas de EE. UU. (USPTO) ni ante su Junta de Apelaciones (TTAB).
- Además, reconoce expresamente que la propiedad de las marcas “Daddy Yankee” y “DY” le pertenece exclusivamente a Ayala.
- En contraparte, el boricua hace lo propio: no interferirá con el uso de la marca “Mireddys” por parte de su exesposa. Se compromete a retirar cualquier solicitud pendiente ante la USPTO relacionada con ese nombre y a no presentar oposiciones similares en el futuro.
- Ambos acuerdan no denigrar, diluir o afectar negativamente las marcas del otro, lo que obliga a mantener un tono respetuoso en lo público.
- Aunque el acuerdo es “definitivo” e inapelable, se aclara que ninguna de sus disposiciones debe interpretarse como una renuncia a reclamos previos al divorcio.
- También se pacta que ninguna parte asumirá los costos legales ni honorarios de la otra (cada quien con sus abogados).
El fin de tres décadas de amor
Daddy Yankee y Mireddys González pusieron fin a su matrimonio de casi 30 años en noviembre de 2024. El divorcio se hizo oficial el 18 de febrero de 2025, declarando “ruptura irreparable”.
Luego de la separación, salieron a la luz múltiples conflictos. El puertorriqueño acusó a su exmujer y a su hermana de retirar sin autorización sumas millonarias (alrededor de 100 millones de dólares) desde cuentas corporativas.
Además, hay acusaciones de desacato (desobedecer órdenes judiciales) por parte de Mireddys y su hermana, como no asistir a reuniones obligatorias o no entregar documentos solicitados en los plazos establecidos.