Hace más de un año que los colombianos Carmen Villalobos y Sebastián Caicedo hicieron oficial su separación, luego de 13 años de relación, dejando en shock a un gran número de seguidores que apostaban por su relación. Luego del anuncio, ambos dijeron que no hablarían más sobre el tema y no darían explicación alguna sobre lo sucedido, por lo que era incierto si aún mantenían contacto.
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Recientemente, Caicedo visitó el podcast de Eva Rey, llamado “Desnúdate con Eva”, en el que habló de su vida íntima y otros temas, entre ellos, el de su exesposa. Aunque muchos pensarían que la pareja dejó de comunicarse, el actor colombiano afirmó que todavía habla con Carmen, aunque no como todos piensan, pues sus temas de conversación son netamente por proyectos y cosas que aún tienen en común.
“A veces hablamos porque todavía tenemos cosas en común, pero como los dos tenemos a nuestras parejas pues no nos extendemos tanto”, comenzó diciendo el actor colombiano. Entre tanto, aprovechó para aclarar que, desde la ruptura no se han encontrado frente a frente, lo que muchos especulaban pues ambos trabajan para la cadena televisiva Telemundo. “Pero si un día me la encuentro la saludaré de la mejor manera porque ella es una persona increíble”, agregó.
Para finalizar, el actor confesó que le hubiera gustado formar una familia con Carmen Villalobos; sin embargo, agradece que no se diera, pues sabe que tras la decisión de separarse los más afectados serían precisamente sus hijos. Cabe resaltar que, Sebastián ha manifestado en varias ocasiones su deseo de ser padre, por lo que en algún momento podría cumplirlo con su pareja, la empresaria colombiana Juliana Diez.
En una entrevista para el programa ‘Buen Día Colombia’, el galán de telenovelas no ahondó sobre la causa del divorcio, pero indicó que ambos se dejaron influenciar por consejos de amistad y otras personas en lugar de buscar remediar sus problemas en privado, y con Dios de por medio, lo que los llevó a una debacle que consiguió que se dañara la relación que tenían tan consolidada.
“Por más que fuéramos a misa, por más que lo lleváramos. Cuando teníamos nuestras diferencias, como las tiene cualquier relación, era no buscar en Dios ese cordón de tres dobleces, sino es buscar de pronto hacia los amigos, otras personas que de pronto te pueden hablar. Esa bola de nieve pequeña va creciendo y se te sale de las manos. En ese momento dices Dios mío, en qué momento pasó esto”, reveló.