La selección brasileña expresó su total desacuerdo con las decisiones del VAR en su último partido de fase de grupos contra Colombia, donde empataron a uno. A pesar de asegurar su pase a cuartos de final como segundo del grupo, la amargura reina en el combinado brasileño por un penalti claro sobre Vinícius Júnior que no fue pitado.
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En el minuto 42, el colombiano Daniel Muñoz derribó a Vinícius dentro del área, una jugada que el árbitro Jesús Valenzuela no sancionó en primera instancia. Tras la revisión del VAR, el colegiado colombiano mantuvo su decisión, generando una ola de indignación en la selección brasileña.
Casi 12 horas después del partido, la CONMEBOL reconoció el error arbitral al no señalar el penalti a favor de Brasil. Esta admisión, sin embargo, no repara el perjuicio que pudo haber significado para la Canarinha en el desarrollo del encuentro.
“El VAR analiza diferentes ángulos, velocidades y consideraciones y no logra identificar que el defensor no toca el balón antes de entrar imprudentemente en contacto con el atacante. El VAR confirma erróneamente la decisión original del campo”, explicó la organización en un video.
Cada vez hay más errores del VAR
La sensación en Brasil es de impotencia y frustración por un resultado que pudo ser muy diferente si se hubiese aplicado la justicia en el campo.
La polémica decisión del VAR ha reavivado el debate sobre la eficacia de esta tecnología en el fútbol y la necesidad de mejorar su implementación para evitar este tipo de errores garrafales que afectan el desenlace de los partidos.
Independientemente de este error, el combinado brasileño deberá pasar página cuanto antes, y preparar de la mejor manera su partido contra Uruguay. Mismo que disputarán sin su máxima figura (Vinícius) por acumulación de amarillas.