En el año 2005, Oswaldo Guillén escribió su nombre con letras doradas en la historia de los Medias Blancas de Chicago. Como manager del equipo, el venezolano llevó a la organización a ganar su primer anillo de Serie Mundial en nada más y nada menos que 88 años, un hito histórico que marcó al sur de dicha ciudad.
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Aunque ya han pasado 20 años de aquel histórico suceso, en Chicago todavía recuerdan con cariño a aquel carismático y enérgico manager que hizo historia con los siempre populares "ChiSox". Es por eso que este sábado 16 de agosto, en el regreso de "Ozzie" al Rate Field, casa de los Medias Blancas, el criollo se llevó una ovación que demuestra que será un ídolo eterno para dicha afición.
Guillén dirigió de nuevo en Chicago
Y es que en efecto, Oswaldo Guillén volvió a uniformarse y a ser coach en el estadio de los Medias Blancas de Chicago, esta vez de una manera muy distinta y divertida, ya que fue con el uniforme de los Savannah Bananas, equipo de exhibición que se dedica a jugar partidos con normas modificadas a lo largo y ancho de Estados Unidos, y que gozan de una popularidad sensacional.
Para este nuevo encuentro amistoso, los Savannah Bananas se reforzaron con cuatro íconos de los Medias Blancas: A.J. Pierzynski, Paul Konerko, Mark Buehrle y "Ozzie". Los cuatro fueron miembros de aquel equipo campeón de 2005, por lo que fue un auténtico reencuentro de campeones con su afición.
En pro del show, Oswaldo Guillén bailó, dirigió a sus antiguos jugadores, y hasta discutió con los umpires (en son de broma, evidentemente). Además, se llevó la ovación más grande de la noche, para dejar en claro que, aunque pasen los años, el venezolano jamás será olvidado por la afición de los Medias Blancas.