En un encuentro donde cada carrera contaba, el veterano infielder venezolano Wilmer Flores emergió como una figura clave para los Gigantes de San Francisco, conectando su séptimo cuadrangular de la temporada en un momento crucial del partido contra los Cerveceros de Milwaukee. Corría la parte baja del sexto episodio cuando, con el marcador adverso 2-2, Flores se plantó en el plato con la determinación que lo cacaracteriza.
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Gran poder de Flores
Ante los envíos del lanzador Anderson de los Cerveceros, Flores mostró paciencia y concentración, esperando el lanzamiento oportuno para desatar su poder. Finalmente, conectó un envío con solidez, enviando la pelota por encima de las cercas del jardín, desatando la algarabía en el Oracle Park. Este jonrón solitario no solo significó la ventaja momentánea para los Gigantes, colocando la pizarra 3-2, sino que también inyectó una dosis de energía vital al equipo en un punto álgido del encuentro.
La conexión de Flores demostró una vez más su valía para la ofensiva de San Francisco. Conocido por su capacidad de batear en situaciones de presión y su consistencia a lo largo de la temporada, el venezolano se ha consolidado como un pilar importante en la alineación de los Gigantes. Su séptimo vuelacercas no solo engrosó su cuenta personal, sino que también subrayó su habilidad para cambiar el curso de un partido con un solo swing.
Más allá del resultado inmediato en el marcador, el cuadrangular de Flores tuvo un impacto anímico significativo en el equipo. En un duelo cerrado contra un rival directo como los Cerveceros, tomar la delantera de esta manera representa un impulso moral importante.