Lo que comenzó como una filtración mediática terminó por confirmarse oficialmente: la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe (CBPC) ha designado a la ciudad de Guadalajara, México, como la sede de la Serie del Caribe 2026. La decisión surge tras la negativa de los países miembros de participar en la edición originalmente programada para Caracas, alegando "situaciones externas ajenas a su control".
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La noticia fue ratificada en una rueda de prensa encabezada por Salvador Escobar Cornejo, presidente de la Liga ARCO Mexicana del Pacífico, junto a Íñigo González, presidente ejecutivo de los Charros de Jalisco, y Luis Alberto González, director general del club tapatío. A pesar del cambio de país, la mayor incógnita de la jornada giró en torno a la presencia de la representación venezolana en el torneo.
Prioridad para Venezuela y el plan de contingencia
Durante el anuncio, los directivos fueron consultados sobre la posible ausencia de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) y los rumores que apuntaban a un segundo equipo mexicano (el subcampeón de la Liga ARCO) como quinto integrante del torneo para completar el cuadro.
Ante la duda de si la Confederación dejaría fuera a la liga venezolana, Salvador Escobar Cornejo fue enfático al señalar que la intención es contar con ellos. “Nosotros nos quedamos abiertos con la invitación”, aseguró. “De hecho, lo platicamos internamente y las puertas van a estar abiertas. Si Venezuela acepta venir, ellos tienen la prioridad absoluta. Eso, lógicamente, dejaría fuera la opción de un segundo equipo mexicano”.
Esta postura busca mantener la competitividad y la esencia del "Clásico Caribeño", evitando que el torneo pierda a uno de sus protagonistas históricos debido al cambio de sede logística.
Guadalajara: una garantía para el espectáculo caribeño
La elección de Guadalajara como "sede de emergencia" no es fortuita. La infraestructura del Estadio Panamericano y la capacidad hotelera de la capital de Jalisco ofrecen las garantías de seguridad, transporte y servicios que la CBPC considera indispensables para proteger la integridad de los jugadores, delegaciones y la fanaticada internacional.
Guadalajara ya demostró su capacidad organizativa en la exitosa edición de 2018, que destacó por su alta asistencia y un ambiente festivo impecable. Con este movimiento, México refuerza su papel como el anfitrión más confiable y recurrente de la región en tiempos de crisis logística, mientras que Venezuela sufre un revés importante al perder la oportunidad de ser anfitrión apenas tres años después de la multitudinaria "Gran Caracas 2023".
El éxito de la edición 2026 dependerá ahora de las negociaciones diplomáticas y deportivas que definan si la LVBP cruzará la frontera para competir en tierras mexicanas o si, por el contrario, el torneo se resolverá con una presencia mayoritaria de equipos locales.