La organización de los Leones del Caracas afina todos los detalles para afrontar una nueva temporada en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP). En esta edición 2025/2026, el equipo tiene la obligación de borrar la imagen reflejada en la campaña anterior y, sobre todo, mejorar de manera drástica su pitcheo, el área más criticada en los últimos años dentro del terreno de juego.
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Las estadísticas del cuerpo de lanzadores del conjunto melenudo en la 2024/2025 reflejaron un talón de Aquiles más evidente. La inconsistencia del bullpen y la incapacidad de los abridores para ofrecer salidas de calidad hicieron que los bateadores rivales fabricaran carreras sin mucha dificultad.
Como resultado, terminaron la temporada entre los últimos lugares de las principales estadísticas colectivas de pitcheo. Esto, en una liga corta como la LVBP, cada error pesa mucho más desde el montículo, especialmente cuando no se cuenta con un grupo de lanzadores confiables y un orden en el relevo establecido para cualquier situación de juego que se presente.
La tarea pendiente de Leones del Caracas
La efectividad colectiva finalizó en 6.04, con 633 imparables, 330 carreras limpias y 60 cuadrangulares permitidos. Aunque los 368 ponches representaron un aspecto positivo en cuanto a dominio se refiere, los 223 boletos otorgados terminaron por costar compromisos importantes en momentos claves y esto generó duras críticas de la intensa fanaticada.
Para completar un panorama preocupante, los rivales conectaron para un promedio de .318 frente al pitcheo capitalino. Ante este escenario, el manager José Alguacil y su cuerpo técnico tienen la misión de obtener mayor potencial de sus lanzadores y definir roles claros dentro del bullpen que otorguen estabilidad en los momentos de mayor presión, con la finalidad de tener mayor dominio ante sus rivales.
De cara a la nueva campaña, la gerencia es consciente de que reforzar el pitcheo es la prioridad absoluta. Sin brazos confiables, resulta difícil imaginar un desempeño competitivo que devuelva protagonismo a los Leones, más allá del poder ofensivo que puedan mostrar en su lineup.
Los ajustes llegarán tanto desde la importación como cada año, un factor determinante, como desde el desarrollo interno de jóvenes prospectos, un proceso que estará a cargo del nuevo coach de pitcheo, Mike Álvarez.
Finalmente, los Leones del Caracas no pueden permitirse otro año de sufrimiento desde la lomita. La temporada 2025/2026 será una prueba definitiva para comprobar si la organización logra sumar las piezas necesarias y construir un cuerpo de lanzadores capaz de devolverle al club su condición de aspirante al título.