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"No es un secreto que quiero ser un 'Bravo' de por vida. Espero que se pueda concretar pronto", declaró hace poco el venezolano Ronald Acuña Jr., para así dejar bien en claro que no le gustaría vestir otra camiseta que no sea la de Atlanta.
El venezolano ha llegado al Spring Training de cara a la temporada 2024 con dos misiones bastante claras: repetir (o mejorar) la increíble actuación que tuvo durante la temporada 2023, y además coronar lo que pueda hacer dentro del terreno de juego con la obtención de un campeonato.
Sin embargo, existe la posibilidad de que no todo sea color de rosas para el jardinero de los Bravos, ya que si bien su deseo es renovar y culminar su carrera dentro de unos años en el equipo que lo ha visto crecer y convertirse en estrella, un análisis del periodista explica una serie de razones bastante sólidas por las que es probable que dicho deseo no se cumpla.
Hace algunos años, el oriundo de La Sabana firmó una extensión de contrato por ocho años y 100 millones de dólares para comprometerse con los Bravos de Atlanta, algo que para muchos fue un poco precipitado, debido a que el potencial del pelotero sin duda daba para un contrato mucho más jugoso.
Justamente, Atlanta se ha caracterizado por saber generar vínculos contractuales que son 100% beneficiosos para el equipo. Actualmente, son siete los jugadores de la organización que tienen contratos al menos hasta 2028, y de todos ellos, el contrato más costoso es el de Austin Riley, quien gana 21.2 millones al año, cifra que sigue muy por debajo del promedio de los jugadores estelares en Las Mayores.
A lo largo de su corta carrera en el equipo, "El Abusador" ha visto a dos estelares jugadores salir del equipo: Freddie Freeman y Dansby Swanson, lo que demuestra que los Bravos no suelen pagar fuerte para renovar jugadores.
Ciertamente, si hay alguien en quien valdría la pena invertir una buena cantidad de dinero para asegurarse su estadía es Acuña Jr, sin embargo no sería una negociación fácil, ya que el criollo probablemente quiera (merecidamente) firmar un contrato gigantesco que le haga honor a su rol de estrella, y ahí es donde entran las dudas. Solo el tiempo dirá lo que va a suceder, pero de momento, lo único claro es que el beisblista quiere quedarse.