A estas alturas todo fanático del beisbol sabe que Luis Arráez es un bateador élite de las Grandes Ligas. Con el paso de las temporadas se ha convertido en una verdadera pesadilla para los lanzadores, ya que su nivel no para de aumentar. Y es que ese desarrollo como hiteador no fue producto de la suerte, sino del sacrificio y el trabajo día a día.
NOTAS RELACIONADAS
Si bien no tuvo el mejor comienzo de temporada 2024 con los Marlins de Miami, su llegada a los Padres de San Diego sirvió como revitalizador. Ahora, con ellos está demostrando nuevamente su tórrido bateo, el mismo que lo ha caracterizado en las últimas zafras y que le permitió ganar dos títulos de bateo.
Luis Arráez, el rey del contacto
Ver a La Regadera conectar imparables por todos los lados del campo es una rutina a la que ya estamos acostumbrados. Muchos son los beisbolistas que hacen proezas en las Mayores, pero muy pocos son los que logran captar la atención del aficionado cada vez que se para en el plato.
El oriundo de San Felipe es un zurdo habilidoso, un bateador estelar en toda su definición. Su talento para colocarse a un lado del home, realizar una exquisita mecánica y poner la pelota en juego, sin duda que es algo digno de admirar y aplaudir. Y es que a diferencia de la mayoría de peloteros, su swing lento y corto es lo más letal que hay en la liga.
Ya nos acercamos a la mitad de la temporada y hay un estadística particular en la que Arráez si sitúa en el primer lugar con el mejor porcentaje de las Grandes Ligas. Y es que cuenta con un 64.1% respecto a las bolas que pone en juego a una velocidad mediana. Vale agregar que dicha cifra no ha bajado del 60% desde 2020.
Arráez, a diferencia de los bateadores de poder, cuenta con la velocidad de bate más lenta de las Mayores con 62.9 de promedio. Esto, al final, lo ayuda en su capacidad única de ajustar y colocar el centro del bate sobre la pelota, lo que se traduce en más contactos y más hits.