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En la actualidad, Aaron Judge está viviendo una racha ofensiva espectacular, una de las más impresionantes que se recuerden en el beisbol moderno. Sin embargo, para realmente comprender lo grandioso que fue Roger Maris en 1961, basta con hacer una comparación directa entre ambos gigantes de los Yankees de Nueva York.
Roger Maris, en la temporada de 1961, conectó 60 jonrones, impulsó 141 carreras y anotó 132. Por su parte, Aaron Judge, en un promedio proyectado por temporada de 162 juegos desde 2022 hasta 2025, ha alcanzado cifras muy similares: 60 jonrones, 135 carreras impulsadas y 132 anotadas. A simple vista, las estadísticas parecen casi idénticas. Pero el contexto en el que Maris logró esas marcas es lo que realmente resalta la magnitud de su hazaña.
La temporada de 1961 fue una época muy diferente para el beisbol. Los lanzadores no dominaban en exceso, y las condiciones del juego no eran tan favorecedoras para los lanzadores como en algunas épocas modernas. Aunque es cierto que el deporte ha cambiado con el paso de los años —incluyendo el nivel del pitcheo, los avances en entrenamiento, el equipamiento y la tecnología— la cifra de Maris sigue siendo estratosférica para su tiempo.
Además, Roger Maris no solo rompió el récord de jonrones en una temporada regular, superando la marca establecida por Babe Ruth, sino que también lo hizo bajo la presión constante de la atención mediática y con la expectativa de un país entero pendiente de su rendimiento. Su logro fue visto como “inhumano” en aquel entonces, y a día de hoy sigue siendo una de las hazañas más emblemáticas en la historia del beisbol.
Aaron Judge, sin duda, está haciendo historia en la pelota actual y es la cara principal de los Yankees. Pero la comparación con Maris sirve para recordar y valorar la dimensión monumental del récord de 1961.