En 88 encuentros disputados con Reales de Kansas City, Dairon Blanco demostró su mayor arma ofensiva: su velocidad y buen corrido de bases.
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No en vano, el jardinero cubano fue el segundo jugador de su equipo con más bases robadas (31), aún viendo acción en solo 88 compromisos; solo Maikel García fue superior en este departamento (37), en 157 encuentros disputados.
Un año para el recuerdo
Ofensivamente, Blanco también respondió en par de ocasiones para su equipo. De hecho, en una pletórica jornada el pasado sábado 17 de agosto de 2024, igualó el récord de mayor cantidad de carreras impulsadas para la franquicia en un mismo juego (con 7 remolcadas); un hito que solo había logrado en el 2015 el venezolano Omar Infante.
En esa misma jornada, logró su primer juego multi-jonrón (2) y registró el primer Grand Slam de su carrera beisbolística. Curiosamente, solo conectó 4 cuadrangulares en todo el 2024.
Sin embargo, con un discreto promedio de .258, demostró en 120 apariciones en el plato que puede rendir con el madero, pero no destaca como el bateador más talentoso en el lineup de Massachussets.
De hecho una peculiar estadística que habla sobre sus principales atributos, es que conectó tantos indiscutibles como bases robadas (31), fijando el tope personal en este último departamento. Una herramienta adicional que lo convierte en una pieza importante, mas no habitual, en la alineación de Kansas City.