Los Mets de Nueva York estuvieron cerca de barrer la serie ante los Mellizos de Minnesota en la tarde de este miércoles, pero a lo largo del compromiso se encontraron con algunos inconvenientes. Y es que más allá de que Pablo López dominó a toda la toletería, para esta ocasión se vio una versión apagada de Francisco Álvarez.
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Los fanáticos neoyorquinos saben que el venezolano es una de las piezas fundamentales del equipo, ya que se trata de un receptor con un futuro brillante en las Grandes Ligas. Sin embargo, como suele suceder en el beisbol hay días buenos y días malos, y para él esta jornada no fue tan positiva.
Una jugada que costó caro
Los Mets llegaron a la parte alta del tercer capítulo con una mínima ventaja de 2 a 1. El detalle es que nunca se imaginaron que una pequeña jugada iba a marcar diferencias, al punto de que los Mellizos terminaron concretando un rally de cinco anotaciones.
Austin Martin inició las acciones con agresividad, ya que después de conectar un sencillo se fue al robo de la segunda base. A partir de ahí iba a comenzar la pesadilla del conjunto local y de Francisco Álvarez detrás del plato.
Y es que luego de un hit de Trevor Larnach, este también quiso robarse la almohadilla y forzó al guatireño a realizar un terrible lanzamiento. El receptor trató de combinarse con Francisco Lindor, pero la bola se salió de su mano y terminó por los lados de la primera base. A partir de allí la visita castigó al abridor Luis Severino.
Al final, los Mets de Nueva York cayeron con marcador final de 8 a 3. El criollo falló en cuatro visitas al plato, pero logró remolcar una rayita en la parte baja del noveno, cuando conectó un rodado con hombres en posición anotadora para el segundo out de la entrada.