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En medio de la emocionante Serie Mundial 2024, donde los Dodgers de Los Ángeles dominan con una contundente ventaja de 3-0 sobre los Yankees de Nueva York, es imposible no hablar del jugador que ha sido pieza clave en el éxito de la franquicia californiana durante todo el calendario: Shohei Ohtani.
El contrato de "ShoTime" con los Dodgers es, sin duda, uno de los más llamativos en la historia del beisbol. A pesar de firmar un acuerdo de 10 años y 700 millones de dólares, Ohtani tomó una decisión sorprendente: diferir los 68 millones de dólares anuales que percibiría durante los primeros años del contrato.
Esta decisión, que podría parecer descabellada para muchos, fue un gesto de compromiso y confianza en la organización. Ohtani priorizó la construcción de un equipo ganador, permitiendo así a la gerencia de los Dodgers armar una plantilla sumamente competitiva.
Un futuro asegurado y un presente exitoso
Aunque el japonés solo recibirá un salario base de 2 millones de dólares por temporada durante la duración del contrato, su futuro financiero está más que asegurado. A partir de 2034, Ohtani comenzará a recibir pagos anuales de 68 millones de dólares hasta 2043, sumando un total de 680 millones de dólares. Esta estructura contractual única no solo demuestra la confianza que los Dodgers tienen en Ohtani, sino también la visión a largo plazo del jugador.
La Serie Mundial 2024 podría ser el comienzo de una nueva dinastía para los Dodgers. Con el nipón liderando el equipo tanto en el bateo como en el pitcheo, las posibilidades de éxito son cada vez mayores. Y mientras los fanáticos disfrutan de este emocionante Clásico de Otoño, es importante recordar el sacrificio que hizo Ohtani para hacer realidad este sueño. Su legado en el beisbol está asegurado, y su nombre quedará grabado en la historia de los Dodgers.