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MLB: ¿Podrán Eugenio Suárez y los Marineros de Seattle recuperar su ofensiva para ir por un comodín?

¿Dónde se han ido todas esas buenas vibraciones de los Marineros de Seattle? Incluso Eugenio Suárez, el rey del sol, tendría problemas para localizarlas ahora mismo.

¿Recuerdas cuando esta temporada amaneció llena de esperanza, promesas y afecto hacia un simpático núcleo de jugadores? Se anunciaba como la continuación del viaje de la sequía del año pasado, con la condición de que este club estaba preparado para llegar aún más lejos este año, tal vez incluso hasta el final.

 

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En cambio, por el momento, no hay más que pesimismo, tristeza y expectativas rotas, con pocas promesas de éxito en los playoffs, más allá del hecho de que lo hicieron el año pasado desde un agujero aún más profundo. En otras palabras, fe ciega, que nunca es una base sólida sobre la que construir.

Incluso la única área a la que los nautas siempre podían aferrarse como una base realista de esperanza, su pitcheo abridor, fue destrozado por los Rangers de Texas el sábado y el domingo en aplastantes resultados de 16x6 y 12x3. Los novatos Bryan Woo y Bryce Miller salieron conmocionados de sus palizas, Miller por segunda salida consecutiva después de un gran comienzo en 5 salidas.

 

 

Los Marineros prestaron un servicio útil en el proceso de 3 derrotas cada vez más humillantes ante los vigilantes este fin de semana: Hicieron fácil precisar el punto más bajo de una temporada que ahora tiene más de 2 meses de edad, pero que nunca ha encajado realmente.

 

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De hecho, todo lo que este certamen ha hecho hasta la fecha es reubicar, y luego elevar, la angustia colectiva que durante mucho tiempo brotó dentro de los aficionados, pero que aparentemente fue exorcizada por el éxito del año pasado. Esta no es la peor vesión de los navieros que se haya visto, ni mucho menos, pero puede que sea uno de los más enloquecedores, debido a la sensación de que se podría y se debería haber hecho más para garantizar que no se produjera una regresión.

Es una reacción fuerte y cada vez mayor a la mediocridad que ha prevalecido esta temporada. Y por una buena razón: es acertada. La decisión del alto mando de evitar la agencia libre como método para mejorar el equipo siempre pareció dudosa, especialmente a la luz del informe de Forbes en marzo que señalaba a esta organización como la más rentable de la MLB.

En cambio, su plan de juego de hacer mejoras a una ofensiva que fue claramente el eslabón débil el año pasado y confiar en gran medida en la progresión ascendente de su núcleo joven ha sido un gran fracaso hasta ahora.

 

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De los jugadores de posición llegados en la temporada baja, Tommy LaStella fue despedido y Cooper Hummel fue degradado a Ligas Menores, donde sigue teniendo problemas. Kolten Wong y A.J Pollock han rendido muy por debajo de lo esperado, mientras Teoscar Hernández aún no ha dado el golpe consistente que se esperaba de él.

Mientras tanto, prácticamente todos los demás jugadores de la alineación han retrocedido con respecto al año pasado, con la excepción de Jarred Kelenic (sin embargo ha disminuido considerablemente con respecto a su tórrido comienzo) y J.P. Crawford.

 

 

Todo lo que hay que hacer es mirar a los Rangers para ver una cruda yuxtaposición de cómo la agencia libre unida al desarrollo de jugadores puede electrizar a un equipo. Tras una racha de 6 años de derrotas (con un promedio de 98 derrotas en los 2 últimos años), ellos van camino de ganar 107 partidos este año.

 

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Cualquiera que los haya visto derrotar a los Marineros por un margen combinado de 30-9 en la serie que acaba de terminar no puede evitar llegar a la conclusión de que son un equipo muy superior. Y han alimentado su cambio con una fuerte inversión en agentes libres que les ha traído a Marcus Semien y Corey Seager, junto con los lanzadores Jacob deGrom, Nathan Eovaldi, Andrew Heaney y Jon Gray; el resultado es evidente.

En Seattle por su parte, la ofensiva sigue siendo un gran problema, por supuesto. Este grupo sigue cerca del fondo del Big Show en la mayoría de las categorías, y la línea de .150 de promedio, .232 en porcentaje de embasado y .270 slugging de sus bateadores designados en más de un tercio de la temporada, es una acusación a la estrategia de Seattle de ocupar esa posición.

Adicionalmente, Eugenio Suárez, el hombre llamado a ser su principal productor ofensivo ha experimentado muchos problemas, previo a la jornada de este lunes se presentó con .211 de average, .314 en OBP, .326 de slugging .639 en OPS, 7 dobles, 6 jonrones, 22 anotadas, 35 remolcadas, 29 boletos y 72 ponches.

 

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Todavía queda mucho tiempo en el calendario, un déficit de 5 y medios juegos en la carrera por el  comodín es difícilmente insuperable. Pero esas palabras están empezando a sonar cada vez más vacías, especialmente en una Liga Americana en la que 90 victorias pueden quedarse cortas para la clasificación por esa vía.

Tal vez Jerry Dipoto (presidente y jefe de operaciones de beisbol) sea capaz de añadir un bate de impacto cuando se acerque la fecha límite de traspasos. Pero por ahora, este equipo tiene la fuerte sensación de haber desperdiciado una oportunidad.

                                                              

Fuente: Seattle Times

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