Los Angeles Lakers, una de las franquicias más emblemáticas de la NBA y del deporte mundial, han cambiado de manos en una operación que pasará a la historia. La icónica organización angelina fue vendida por una cifra récord de 10.000 millones de dólares, estableciendo un nuevo estándar para las transacciones deportivas en Estados Unidos.
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El acuerdo, que sacudió tanto al mundo del baloncesto como al empresarial, representa mucho más que una simple compra. Se trata de un movimiento que reconoce el valor cultural, histórico y mediático de una franquicia que ha sido hogar de leyendas como Magic Johnson, Kobe Bryant y LeBron James. La nueva propiedad asume el mando con la expectativa no solo de preservar el legado, sino de proyectar a los Lakers hacia una nueva era de éxitos dentro y fuera de la cancha.
Los Lakers superan a los Celtics
La transacción supera la venta de su gran rival, los Boston Celtics, quienes hasta ahora ostentaban el récord tras ser adquiridos por poco más de 6.000 millones en marzo del presente año. Con esta operación, los Lakers se convierten en la franquicia deportiva más cara en la historia del país, confirmando el poderío de la NBA en términos de mercado y globalización.
Este cambio llega en un momento de transición para el equipo, que busca reconstruir su plantilla y regresar a la cima del baloncesto estadounidense. La afición, siempre exigente y apasionada, observa con atención el rumbo que tomará el nuevo proyecto, que será liderado por otra figura mundial de la NBA: Luka Doncic.
Mientras tanto, la ciudad de Los Ángeles se convierte nuevamente en el epicentro del deporte y las finanzas, con unos Lakers que, aunque cambian de dueño, mantienen intacta su grandeza. La historia continúa, pero el precio de seguir escribiéndola nunca había sido tan alto.