El pasado martes 11 de octubre, un buque de la Armada española se encontraba navegando, como es habitual, en cierta región del Mar Mediterráneo Occidental, exactamente al sur de las Islas Baleares, cuando se percataron de la presencia de un submarino y un remolcador rusos que transitaban aquellas aguas.
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Las naves rusas no llegaron a ingresar a las aguas territoriales españolas pero aún así fueron escoltadas por las autoridades españolas hasta alejarlas de la zona. En concreto, el submarino clase Kilo II y el remolcador “Sergey Balk” estaban en un área próxima a la Zona Económica Exclusiva Española.
El barco español, nombrado Rayo, fue el encargado de dirigir a las unidades de guerra rusas hasta abandonar las aguas de responsabilidad españolas, así lo doo a conocer un comunicado emitido por el Estado Mayor de la Defensa.
No estaban en territorio español
El Ministerio de Defensa de España explicó que ni el submarino ni el remolcador llegaron a entrar en aguas territoriales españolas, pero sí se encontraban dentro de aguas de interés de España, que ese país tiene la responsabilidad de vigilar.
Rayo está incluido dentro de las unidades de Mando Operativo Marítimo desde el 1 de octubre. Su misión principal era mantener operaciones de vigilancia marítima, verificación y control de tráfico marítimo.