RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Fotos: RDV
SAN CRISTÓBAL (Enviado Especial).- Ha sido el epilogo de la feria un sinfín de emociones a lo largo de todo el festejo. La bravura larga, noble y edulcorada del que abrió por equivocación en toriles tarde, en este caso el primero de lidia ordinaria tras haberse anunciado el de rejones, hacia intuir una corrida que no defraudaría.
Y así lo fue, pues este «Querendón» del hierro de Miguel Gutiérrez puso el triunfo servido a El Fandi, quien hizo su trabajo, lo lució en todos los tercios, se jactó de torearle a placer por ambos pitones y al final, el toro dejo la sensación que fue de menos a más y mereció mayor reconocimiento que la simple ovación al arrastre. Una pena que abriera plaza, y poco se entendiera sus virtudes, que hay que saber distinguir.
Fandi como señalamos, había abierto plaza, por cuestiones de los duendes de toriles, quienes soltaron al primero de su lote, recibiéndole de capa con soltura, le adorara con farpas a su estilo, y le toreara a su manera también. Era toro de regodearse en el largo y humillado viaje de su embestida, de su bravura superior, y en especial ese halo de imponer el respeto que exige el aficionado. Por la diestra y siniestra le repasó el espada granadino, lo que motivo la tímida pañolada de indulto que el palco se guardó. El pinchazo antes del espadazo fulminante dejó en premio de una oreja faena que tal vez pudo haber sido cumbre en otras circunstancias.
Con el segundo del lote David Fandila ha estado en lo que viene demostrando en sus últimas presentaciones por suelo venezolano. Efectismo aderezado con variedad la que se repartió ante un toro que se vino a menos en la muleta. La estocada trasera y tendida y cuatro descabellos dejaron su labor en silencio.
Orellana no ha dejado incrédulo a nadie en tarde de máximo compromiso. Su labor en el que abrió lote ha cincelado un trasteo de mucho arrojo, ante un ejemplar de corto y brusco recorrido, que tuvo en la muleta del espigado coleta de Tovar látigo y seda para pasárselo por la diestra y la zurda, que incluso le puso a merced de una voltereta. El certero volapié, una pizca desprendido, valió para la petición soberana de una oreja, que remolonamente concedió Usía.
Su segundo ejemplar, en pocas palabras ha quedado hecho un marmolillo tras el medido pero suficiente castigo en varas que se le propinó. Agarrado al piso, Orellana estuvo encimista y exponiendo más de la cuenta por sacar partido del dique seco de bravura del burel. Nuevamente el espadazo en todo lo alto, partió el toro sin puntilla, recibiendo palmas.
Manzanares ha dejado aroma de toreo caro en una de sus faenas más pulcras y estéticas que se hayan visto de la feria. Sus naturales y sentido del toreo, de pausas precisas, de sentimiento arropado por la inspiración, marcaron la diferencia de lo singular y ortodoxo al vulgo común. Faltan palabras para describir un hecho que marca la diferencia de un torero para paladares de buen gusto. Una pena que la estocada trasera y tendida, así como cuatro descabellos, para escuchar palmas tras aviso, ante el que hizo quinto, faena que no igualó en interés y concepto a la que abrió su actuación donde de la misma forma la espada se le encasquillo con el verduguillo, en tres viajes.
El rejoneador José Luis Rodríguez ha pechado un bravísimo ejemplar, de El Capiro, que le llevó por la calle de la amargura ante la oleada que explayó en la arena «Naranjito», un toro que al igual que al rejoneador en mención también puso en apuros al peonaje, llevando parte con par de volteretas tanto a Javier Fuentes como a Fabián Ramírez. Tras dilatarse con los rejones de muerte, donde previamente había colocado banderillas con mérito. El matador sobresaliente Rafael Martínez despachó a estoque el bravísimo astado cuando desde lo alto se escuchaba el tercer aviso presidencial que indicaba toro al corral. La ovación al astado en la vuelta al ruedo fue unánime y de clamor.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de Toros Monumental de Pueblo Nuevo.
Domingo 26 de enero. IV corrida y última de abono.
Con poco más de dos tercios de plaza, en tarde soleada y calurosa, se han lidiado toros colombianos de HEREDEROS DE ERNESTO GUTIÉRREZ ARANGO (Miguel Gutiérrez) en su conjunto bien presentados, en tipo, con nobleza y recorrido en distinto grado, destacando el 1º. Para rejones se corrió un toro de EL CAPIRO (7º), bravísimo, premiado con la vuelta al ruedo, de nombre «Naranjito» N° 368 de 440 kilos. Así mismo se regaló para el grupo de recortadores españoles la bravura del toro de MIURA, devuelto el día anterior.
Pesos: 440, 460, 480, 450, 445, 470 y 440 kilos.
EL FANDI (Nazareo y oro con cabos blancos): Oreja y silencio tras aviso.
JOSÉ MARÍA MANZANARES (Sangre de toro y oro): Silencio y palmas tras aviso.
RAFAEL ORELLANA (Corinto y oro): Oreja y palmas.
JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ (A la usanza portuguesa): Silencio tras tres avisos.
INCIDENCIAS: Actuó como sobresaliente el matador de toros Rafael Martínez, quien estoqueó el toro de rejones cumplido los tres avisos presidenciales.
Novillada de abono – Feria de San Sebastián 2014
Valencia corta la única oreja de la novillada
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
SAN CRISTÓBAL (Enviado Especial).- Momentos de lucidez no rematados con la espada a cargo de los espadas tachirenses José David Cadavid y Jesús Enrique Colombo, así como la entrega, ganas y decisión con el acero por parte del debutante valenciano Cristian Valencia, quien cortaría el único trofeo del festejo, son los hechos más resaltantes de la novillada matinal de feria el día de ayer.
Novillos de Los Marañones, el cual se han dejado en distinto grado con la muleta. El peor del envió resultaría el lidiado en 4º, que a la postre hizo que le sonaran los tres avisos a su lidiador, el joven diestro Cadavid. El novillo remiendo del lote enviado por el ganadero Velutini, de El Prado, no del todo se entregó en las telas del mismo novillero en el que abrió plaza.
Cristian Valencia debutaba en San Cristóbal, y vaya que ha sacado partido a una jornada donde ha triunfado con el corte de una única oreja. Lo hizo ante el quinto utrero de la función, en trasteo variado, con altibajos, más propio a la galería, que contó con la rúbrica de un certero volapié, para tras despacharlo de forma fulminante pasear el único apéndice. No tuvo muchas cotas de interés su primer acto, que así mismo fue emborronando con el uso del estoque, escuchando dos avisos.
Cristian Valencia, el único que “toco pelo” en la novillada matinal de la FISS 2014. Foto: RDV
