Los meteorólogos de la Universidad Estatal de Colorado (CSU) pronosticaron este jueves una temporada de huracanes en el Atlántico. El fenómeno “El Niño” originaría cálidas temperaturas en la superficie del mar y menor corte de viento que impediría disolver las tormentas de verano y otoño.
El pronóstico del CSU contempla 23 tormentas con nombres, 11 huracanes y 5 huracanes mayores con vientos superiores a 111 millas por hora. Se trata de una temporada “extremadamente activa” en el Atlántico para 2024 y despertaron las alarmas de la comunidad científica.
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"Anticipamos una probabilidad muy superior a la media de que grandes huracanes toquen tierra en la costa continental de Estados Unidos y en el Caribe", detalló el CSU. En este sentido, una temporada promedio incluye 14 tormentas con nombre, por lo que este año podría duplicar el promedio.
Temporada de tormentas para el 2024
El grupo de expertos indicó que los fenómenos naturales afectarán significativamente la costa continental de EE.UU. y el Caribe. De acuerdo al informe, en el año habrá 23 tormentas con nombre y de esa cantidad 11 podrían transformarse en huracanes.
Cabe destacar que la previsión del CSU se une a las perspectivas de otros investigadores, quienes revelaron las probabilidades de tormentas. En este sentido, al menos 10 ó 15% probabilidades de 30 o más tormentas con nombre se presentarían en esta temporada.
¿Qué es el fenómeno “El Niño” y cuáles son sus implicaciones?
Es un fenómeno natural que se caracteriza por el aumento significativo de las temperaturas en la superficie del mar. Se produce cada dos o siete años y sus consecuencias se prolongan a lo largo de los países costeros en el Pacífico.
Puede afectar de distintas formas, puede aumentar el riesgo de lluvias y sequías, además, está asociado con las altas temperaturas. De hecho, está relacionado con los récords de temperaturas donde el promedio supera el promedio, así como las intensas precipitaciones.
Debido a sus características, también puede haber una modificación en el promedio de huracanes en el Océano Atlántico, el Mar Caribe y el Golfo de México.