Arjen Robben tuvo un debut soñado en su nueva vida deportiva: a los 41 años el exfutbolista neerlandés se estrenó con victoria como profesional en el pádel, entregando una postal que mezcló nostalgia por su carrera en el fútbol y la emoción por un nuevo desafío competitivo.
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El escenario fue el FIP Bronze de Westerbork, una prueba del CUPRA FIP Tour organizada por la Federación Internacional de Pádel, donde su aparición atrajo a centenares de aficionados curiosos por ver cómo se comportaría una leyenda del césped en la pista de cristal.
Debut y drama en la pista
Robben, quien es recordado por su paso por el Real Madrid, saltó a la pista acompañado por su compatriota Werner Lootsma y se midió frente a la dupla formada por Ralph Boekema y Mark Weldmate —este último también exfutbolista—. El partido tuvo todos los ingredientes del espectáculo: derrota en el primer set por 4-6, reacción con un 6-3 en el segundo y un desenlace al límite en el tercero que se resolvió en un tie-break 7-6 a favor de la pareja neerlandesa. Durante el tramo final, Robben y Lootsma salvaron hasta seis bolas de partido, una muestra clara de temple y competitividad que hizo vibrar las gradas. Gracias a ese triunfo, accedieron al cuadro principal del torneo.
El balance: aprendizaje y vocación
La siguiente instancia fue más dura: Robben y Lootsma se toparon con Sten Richters y Thijs Roper, jugadores con mejor clasificación en el ranking FIP, y cayeron por 6-1 y 6-0. Aun así, la derrota no opacó el saldo global de su estreno; los rivales y asistentes elogiaron la calidad técnica del ex extremo y lo calificaron como “el mejor exfutbolista profesional que sabe jugar al pádel”. La repercusión fue más allá del resultado: las gradas del club de Westerbork estuvieron repletas y el interés mediático confirmó el tirón que genera la llegada de figuras del fútbol al circuito de pádel.
Robben, cuyo vínculo con el pádel viene de su etapa en Alemania —donde llegó a entrenar hasta tres veces por semana y hasta construyó una pista en el jardín de su casa— ha participado en exhibiciones junto a exfutbolistas como Robin van Persie y con figuras del pádel como Juan Lebrón y Ale Galán; además, ha invertido en clubes en Países Bajos, lo que expresa un compromiso más allá de la mera curiosidad. Tras colgar las botas en 2021, el neerlandés sigue conservando un físico destacado y declaró que se presentó “con pocas expectativas, aunque intenté luchar en la pista y hacer todos los puntos posibles”, dejando claro que disfruta del proceso tanto como del resultado.
En términos simbólicos, el debut de Robben es una llamada de atención para el circuito: la llegada de exestrellas del fútbol no sólo atrae público y cobertura, sino que eleva la competencia y empuja a las estructuras del pádel profesional a adaptarse a un nuevo público. Para Robben, más allá de triunfos y derrotas, esto parece ser el inicio de una segunda carrera deportiva donde la pasión y la curiosidad marcarán el ritmo.