El cáncer de mama es una enfermedad que ha afectado a millones de mujeres en su mayoría a lo largo del mundo. Este 19 de octubre, se conmemora el Día Internacional de la lucha contra el cáncer de mama, Meridiano conversó con el cirujano oncólogo y especialista Víctor Acosta.
“El cáncer de mama es el de mayor incidencia en la mujer venezolana, Solo en el 2020 hubo cerca de 9.000 casos nuevos. Es una enfermedad importante, frecuente y seria. Lamentablemente ocurre en edades reproductivas para la mujer, es decir en mujeres jóvenes”, explica el especialista.
Acosta también remarcó la necesidad de la prevención temprana, desde el ámbito personal. “Es importante destacar que es una enfermedad que se puede detectar a tiempo. La mujer debe ser consciente de que existe. Si se logra detectar de manera subclínica, esa lesión que está y no se toca, se analiza sólo por imágenes. El pronóstico de esa paciente va a ser muy bueno, con un porcentaje de curación cercano al 100%”, estableció en sus palabras para este medio.
Además explicó que en distintas etapas de su vida, la mujer debe someterse a distintos tipos de análisis. “A partir de los 25 años, la mujer adopta la disciplina del autoexamen de la mama. Esto para que al momento de que ella detecte algún cambio o algún bulto, acuda al médico especializado inmediatamente. Desde los 35 años, recomendamos la mamografía digital. Un estudio reciente de una publicación americana muy prestigiosa, indica que desde 1989 hasta el 2020, la mortalidad por el cáncer de mama se redujo a un 49% si se lleva a cabo una mamografía como método de prevención”, añadió.
Continuó señalando las distintas características que pueden hacer a una mujer más propensa a desarrollar la enfermedad. “Hay antecedentes que hacen a una mujer tenga un mayor riesgo a padecer cáncer de mama. Por ejemplo, mujeres que no tienen hijos o que los tienen luego de cumplir los 30 años. Mujeres cuya madre o hermana tuvo la enfermedad cuándo se compara con la población general". No obstante, aseveró que los hábitos de vida son importantes para ayudar a prevenir la enfermedad.
Rutinas y ejercicios
Según investigaciones en distintos institutos, el ejercicio físico puede servir como un puente para lidiar con los tratamientos empleados para pacientes oncológicos. “Mejora la densidad ósea y aumenta la función cardiaca, regula los niveles de glucosa en sangre y la resistencia a la insulina, y también regula la respuesta inflamatoria y el sistema inmune”, explica María Alonso, coordinadora del Programa de Ejercicio Físico Oncológico de GEICAM. Este instituto de investigación del cáncer de mama, ubicado en España es uno de los pioneros en las búsquedas sobre esta afección.
Asimismo, el cirujano Víctor Acosta aclaró que el ejercicio puede funcionar también como una herramienta de prevención. “El ejercicio diario favorece la prevención del cáncer de mama, no significa que el hecho de hacer ejercicio vaya a eliminar el riesgo. Es importante destacar que la obesidad, es un elemento que atenta contra la vida de la mujer en muchos aspectos, entre otras enfermedades. Especialmente las mujeres obesas tienen incidencia en el cáncer de mama”, finalizó.