El receptor abierto Diontae Johnson fue suspendido por los Baltimore Ravens tras negarse a ingresar al campo en el partido contra los Philadelphia Eagles, una derrota ajustada para Baltimore por 24-19.
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La sanción de una semana, sin goce de sueldo, es consecuencia de lo que el equipo calificó como "conducta perjudicial". Esta decisión subraya la postura estricta de los Ravens en mantener la disciplina, incluso en momentos cruciales de la temporada.
Incidente durante el partido ante los Eagles
El incidente se produjo en la Semana 13, cuando Johnson estuvo activo pero no participó en el encuentro. Fuentes internas revelaron que el jugador se negó a ingresar al campo cuando fue llamado por el cuerpo técnico. Este comportamiento sorprendió, especialmente porque el equipo necesitaba todas las opciones disponibles para enfrentar a los Eagles, un rival fuerte en la NFC.
En sus cuatro juegos con los Ravens, Johnson apenas ha acumulado una recepción para seis yardas, cifras que han quedado muy por debajo de las expectativas tras su incorporación. Esto, sumado a su actitud en el último encuentro, ha generado cuestionamientos sobre su futuro con el equipo.
Impacto en el equipo y la temporada
La suspensión coincide con la semana de descanso de Baltimore en la Semana 14, lo que significa que Johnson estará fuera de acción hasta la Semana 16, cuando los Ravens se enfrenten a los New York Giants.
Este castigo afecta no solo al jugador, sino también a un equipo que busca mantener su posición en la lucha por los playoffs. Los Ravens cuentan con un grupo de receptores jóvenes y en desarrollo, lo que plantea dudas sobre si Johnson podrá recuperar la confianza del equipo.
El entrenador en jefe, John Harbaugh, enfatizó la importancia de la cohesión y el compromiso en la plantilla: "Es crucial que todos los jugadores estén alineados con los valores del equipo. Este es un deporte de equipo, y las decisiones individuales tienen un impacto colectivo".
La suspensión de Diontae Johnson envía un mensaje claro: ningún jugador está por encima de los valores del equipo. En un momento clave de la temporada, los Ravens prefieren priorizar la disciplina antes que comprometer su cultura interna. El futuro de Johnson con la franquicia podría depender de cómo maneje esta situación, ya que la paciencia parece estar llegando a su límite.
Mientras tanto, Baltimore se prepara para las semanas finales de la temporada regular, con la esperanza de mantener su camino hacia los playoffs.