Para muchos unas de las celebraciones más emblemáticas y llamativas en el mundo del fútbol es quitarse la camiseta. Normalmente, los jugadores realizan este gesto por la gran emoción de ganar un partido en los minutos finales o anotar un gol importante para su respectivo equipo.
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Ahora bien, dicha celebración no tiene la misma relevancia para el cuerpo arbitral, quienes sin pensarlo dos veces, sancionan al jugador con tarjeta amarilla. Sin embargo, esto no siempre fue así y muchos se preguntan cuáles son las razones detrás de esta acción.
Las razones de la creación de esta normativa
La celebración de Diego Forlán
Para algunas personas, la principal razón por la que se implementó esta norma fue luego de la celebración de Diego Forlán con el Manchester United. En el partido ante Southampton en el año 2002, el uruguayo estaba tan eufórico que no le dio tiempo para volver a ponerse la camiseta luego de su anotación.
Esto provocó que el ex delantero del Atlético de Madrid defendiera una jugada con la camiseta en la mano y obligó al árbitro principal a parar el juego y pedirle que se retirará del terreno de juego inmediatamente.
La pérdida de ingresos de los patrocinadores
Por otro lado, otra de las razones que podrían haber apoyado a sancionar a los jugadores, es la enorme pérdida de ingresos que sufren los patrocinadores de cada equipo, cada vez que deciden celebrar sin la equipación del club.
Cuando un jugador marca gol, es el momento que más visualizaciones tiene; por lo que, el hecho de no poder mostrar su marca ante la cámara, es muy desventajoso para cualquier patrocinador.
Insultos e incidentes en la grada
De este mismo modo, también hay que mencionar que hay aficionados muy apasionados y que darían todo para obtener la camiseta de su ídolo. El hecho de que un jugador se quite la camiseta aumenta la emoción y la euforia de la fanática, generando disturbios en algunas ocasiones.
A partir de 2004, la FIFA estableció que todo futbolista que se quite la camiseta o se tape la cabeza con ella, será inmediatamente amonestado con amarilla y una multa económica.