Luego de 77 partidos, resulta extraño ver a Luis Arráez con solo 89 imparables, diseminados en 314 turnos legales para .289 en promedio de bateo, previo a la jornada de este 30 de junio. Ambas cifras son más que aceptables, pero cuando se habla de alguien tres veces champion bate, el contexto contradice la tendencia reciente.
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Para explicar mejor el punto, en 2024 tras esa misma cantidad de compromisos se fue de 326-102, para average en .313; asimismo, en el lapso equivalente de 2023 consiguió de 295-115, que se tradujo en excelso promedio de .390, mientras que en 2022 tuvo de 282-100, .355.
En este sentido, los descensos de su promedio han sido del 7.7%, 25.9% y 18.5% respectivamente. Por esta razón, escudriñamos en algunas de las posibles causas, una de ellas podría referirse a la fuerza, la frecuencia de esta al momento de hacer contacto con la esférica.
Sabemos que muchos inatrapables en buena medida dependen de la habilidad del toletero, pero la fuerza del mismo modo tiene su factor innegable de incidencia. Para nada es igual un rolling con velocidad de 80 millas por hora, a uno a más de 100 mph, por ejemplo.
MLB - Luis Arráez - Padres de San Diego - Grandes Ligas - Estadísticas - Venezuela
Un buen medidor moderno de la potencia de los batazos es el Hard Hit, así como su versión porcentual; las dos contemplan aquellas conexiones con velocidad mínima de salida en 95 mph.
Para la “Regadera” de Venezuela, también sin incluir los partidos de este lunes, eran 50 conectados que califican como Hard Hit, el 15.9% respecto a su total. Ese porcentaje es además, su más bajo hasta ahora en Grandes Ligas; desde 2019 ha dejado 22.7%, 30.4%, 30.6%, 30.2%, 25.2% y 23.1%.
En su caso, es válida la interpretación: menos fuerza, disminución de hits.