El pasado martes, Ronny Simón vivió una noche salida de una pesadilla para cualquier grandeliga, sobre todo para quienes en su temporada debut buscan conseguir la mayor cantidad de oportunidades posibles.
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Una jornada errática para el dominicano lo llevó a derramar lágrimas de frustración y tristeza sobre el terreno de juego, pues las emociones se apoderaron de él tras cometer 3 errores perjudiciales para su equipo en apenas 4 innings.
Pequeñas acciones con grandes repercusiones
Llorar fue lo más humano que pudo hacer el utility quisqueyano, que pese a haber complicado el compromiso para Marlins de Miami -que finalmente cayeron por pizarra 8 a 6 ante Padres de San Diego- recibió el apoyo y los abrazos de sus compañeros antes de ser reemplazado.
Un rally de 6 carreras que dejó en una gran posición a Marlins de Miami, en apenas la parte alta de la primera entrada; sin embargo, par de acciones defensivas de Simón en la parte baja del segundo inning, permitieron que Padres de San Diego anotara en dos oportunidades (para dejar la pizarra 6-3).
Primero, no pudo contener una línea rodada de Tyler Wade a territorios de la segunda base, para que anotara Xander Bogaerts, pero una vez recuperó la bola tuvo un eror en el tiro al home, que deparó en carrera para Jake Cronenworth y un avance del propio Wade a la intermedia.
Asimismo, en el cuarto episodio hubo dos fallos consecutivos por parte del dominicano. En primera instancia, no pudo dominar un rodado lento para que se embasara nuevamente Wade; acto seguido, un rolling para doble play fue capturado por él pero el lanzamiento a la intermedia pasó por encima del campocorto Javier Sanoja, llegando hasta tercera base Wade y embasándose Tatis Jr.
