La racha de 13 triunfos al hilo del Detroit Pistons llegó a su fin de la manera más dramática posible. Los Boston Celtics (10-8) se impusieron 117-114 sobre los Detroit Pistons (15-3) en un encuentro vibrante, marcado por un duelo individual de anotación que mantuvo a los aficionados al borde de sus asientos.
Duelo de titanes en la cancha
El partido se convirtió en un verdadero espectáculo de ataque, impulsado por actuaciones estelares de las jóvenes figuras de cada equipo:
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Jaylen Brown (Celtics): El escolta de Boston fue el motor ofensivo del equipo, registrando 33 puntos y capturando 10 rebotes. Su agresividad y puntería fueron clave para mantener a los Celtics por delante en los momentos decisivos y, finalmente, romper la impresionante seguidilla de victorias de Detroit.
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Cade Cunningham (Pistons): A pesar de la derrota, el base de Detroit tuvo una noche memorable, liderando a todos los anotadores con 42 puntos y sumando 8 rebotes. Su esfuerzo individual demostró por qué los Pistons se han convertido en la gran sorpresa de la liga.
La batalla por el dominio del marcador
El marcador final de 117-114 refleja la intensidad y la paridad del enfrentamiento. Los Pistons, que llegaban con un récord envidiable de 15-3, demostraron su crecimiento y competitividad al obligar a Boston a emplearse a fondo hasta el último segundo.
Para los Celtics, esta victoria (que los coloca con 10-8) no solo es una inyección de confianza, sino que también sirve para dejar claro que están listos para competir contra los equipos más encendidos de la liga, incluso cuando estos están en su mejor momento histórico.
Detroit, un equipo a seguir
Aunque la racha terminó, el rendimiento de los Pistons en la primera etapa de la temporada ha sido extraordinario. Haber acumulado 13 victorias seguidas es una hazaña que los posiciona como una fuerza a considerar en la Conferencia Este. La actuación de Cunningham, sumando 42 puntos, augura un futuro brillante para la franquicia de Detroit.