Iván Holguín López / @ivan_baloncesto
Cuando inició la NBA hace poco más de un mes, Los Ángeles Lakers y Brooklyn Nets eran los dos grandes favoritos al título. Pero desde ese momento hasta el presente los dos equipos han mostrado realidades muy distintas. Los angelinos van de mal en peor y tienen un récord un poco superior al .500, mientras que los dirigidos por Steve Nash han empezado a repuntar y son segundos en el Este.
Lakers complicados
El equipo púrpura y oro se ha convertido en una olla de presión. Problemas entre compañeros, la salud no los acompaña y lo peor no encuentran una química de juego que les sea funcional. Hasta el momento los Lakers tienen récord de 8-7 en su conferencia y se ubican en una lejana séptima posición en la conferencia Oeste.
A los de Frank Vogel les cuesta y mucho ganar; cada vez que lo hacen sufren más de la cuenta como la victoria en tiempo extra ante los débiles Charlotte Hornets o ante los alicaídos San Antonio Spurs, pero también con derrotas muy criticadas ante Minnesota Timberwolves y ante los Chicago Bulls.
El único confort angelino esta en la lista de lesionados, ya que esperan que con el regreso de LeBron James, algo pueda cambiar en la cancha, pero lo que pintaba como un “gran proyecto” ahora pinta para ser un fracaso rotundo
Nets en ascenso
Brooklyn acaba de firmar una racha de 5-1 que no sólo le ha colocado en lo más alto de su conferencia, sólo superado por los Wizards, sino que ha revitalizado el proyecto con un Kevin Durant camino de ser MVP.
Por si parte James Harden le ha encontrado la vuelta a la nueva regla de las faltas y cada día se asemeja más la letal 'Barba', el mismo que ganó el premio a MVP en Houston. La buena situación de ambos jugadores ha hecho olvidar el tema Kyrie Irving.
El proyecto de Brooklyn que apunta al anillo de campeón de la zafra, parece tener un buen ritmo, uno que solo apunta a mejorar en caso de tener a todas las piezas saludables y en caso de que se vacune Irving la esperanza del título se volvería ideal.