Este domingo, el Real Madrid ha reafirmado su posición de privilegio en la Liga Endesa con una contundente victoria frente al Club Hiopos Lleida, en un emocionante encuentro disputado en el WiZink Center. El resultado final, 85 a 78, refleja no solo el dominio inicial del equipo local, sino también la capacidad del Lleida de luchar hasta el final, a pesar de un tercer cuarto excepcional que no fue suficiente para cambiar el rumbo del partido.
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Madrid dominó los primeros parciales
Desde el inicio del encuentro, el Real Madrid mostró su poderío en la cancha. Con una defensa sólida y un ataque fluido, se posicionaron rápidamente con una ventaja que aumentó gracias a la brillante actuación de sus estrellas. El equipo dirigido por el entrenador merengue, que confía en una mezcla de veteranía y juventud en su plantilla, supo aprovechar cada oportunidad para consolidar su superioridad.
En el primer y segundo cuarto, el Madrid logró establecer un marcador que parecía inalcanzable, apoyado por la gran actuación de sus bases y alas, quienes se mostraron implacables en la pintura y desde la línea de tres puntos. Sin embargo, el tercer cuarto trajo consigo un cambio en la dinámica del partido. El Lleida, que había comenzado a sentir la presión del juego, encontró un nuevo ímpetu.
Lleida reaccionó en la segunda mitad
Con un notable despertar, el conjunto catalán logró una impresionante racha de 34 puntos, superando al Real Madrid en este parcial por 15 puntos. Esta explosión ofensiva, liderada por su estrella local, sorprendió a la afición y puso a los merengues en una situación de alerta.
Los jugadores del Lleida, impulsados por su afán de competir y el apoyo de sus seguidores, demostraron que no se rendirían fácilmente y que estaban dispuestos a pelear hasta el último segundo. A pesar de este resurgimiento por parte del Lleida, el Real Madrid mantuvo su compostura.
Con una mezcla de experiencia y talento, los jugadores más veteranos del equipo supieron calmar los ánimos y reestablecer el control del juego. Las decisiones tácticas del entrenador resultaron cruciales en los momentos decisivos, logrando frenar el ímpetu del Lleida y recuperar la ventaja necesaria.
El conjunto merengue evitó la remontada
En el tramo final del cuarto, el Madrid volvió a encontrar su ritmo, con jugadas que se tradujeron en canastas cruciales que mantuvieron a raya a sus oponentes. El último cuarto fue un verdadero espectáculo de baloncesto, con ambos equipos luchando por cada punto. El Lleida, aunque había conseguido recortar distancias, no pudo completar la remontada.
Finalmente, el pitido final dejó el marcador en 85 a 78, un resultado que refleja la capacidad del Real Madrid para adaptarse y superar desafíos, incluso cuando las circunstancias se vuelven adversas. El más destacado por el Madrid fue Facundo Campazzo, quien terminó con 11 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias, comandando así la ofensiva de su equipo.